Economía inicia desaleración

Las condiciones laborales ya mostraban deterioro desde hace años, en los últimos tres empeoraron

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 .  (Foto: iStock)

La información económica reciente sugiere que, por lo pronto, la recuperación se ha detenido y la economía muestra indicios de un nuevo periodo de debilidad, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado A.C. (CEESP). 

"Después del rebote posterior al fuerte declive de 2020, prácticamente todos los indicadores se mantienen por debajo de su nivel prepandemia y pierden el impulso que los acercaba a esos niveles. Los indicios apuntan a que, en el mejor de los casos, las variables retoman el dinamismo mediocre que mostraban en 2018 y años previos recientes", destacó. 

El organismo detalló que resalta la desaceleración del consumo, que parece estar ligada con condiciones precarias del mercado laboral y de los ingresos de los hogares. Además, la inversión continúa estancada. 

Asimismo, los indicadores de consumo, que son un importante motor de crecimiento, reflejan entre otras cosas la mayor dificultad para generar empleos, particularmente formales. A su vez, esto está probablemente relacionado con la fragilidad de la demanda agregada, la precarización creciente del mercado laboral y quizá también con mayores costos de contratación laboral para algunas actividades a raíz de la decisión de prohibir la subcontratación. 

En cuanto al empleo, refirió, en  septiembre la población ocupada sumó dos meses consecutivos a la baja después de que en julio ya había recuperado lo perdido por la crisis sanitaria. La pérdida fue de 741,000 empleos en agosto y 544,000 en septiembre; ahora el universo de ocupados es 600,000 menor a su nivel previo a la pandemia.

Al tiempo, las condiciones laborales ya mostraban deterioro desde hace años, en los últimos tres empeoraron. En lo que va de esta administración (hasta el segundo trimestre del 2021) la población ocupada en condiciones críticas aumentó en 5.8 millones de personas, después de que durante la totalidad de los dos gobiernos anteriores se elevó en 484,000 y 2.6 millones, respectivamente.

En ese sentido, la participación de la población en el mercado laboral sigue por debajo de marzo de 2020 y la desocupación por arriba. En septiembre pasado, la población que desea trabajar, pero no busca empleo (“disponibles” dentro de quienes no participan en la población económicamente activa) más quienes buscan empleo sin lograrlo (desocupación) es mayor en 3.2 millones a lo que era en marzo de 2020 -diferencia que se amplió respecto a agosto, cuando fue de 2.5 millones-.  

Actualmente es muy difícil conseguir un empleo, formal o informal, bien remunerado. Todo lo anterior sin duda afecta la capacidad de consumo de las familias e influye en que en los últimos meses los indicadores de consumo hayan vuelto a terreno negativo antes de recuperar su nivel prepandemia. 

"Adicionalmente, además de generar severos daños al mercado laboral, la pandemia afectó seriamente al ingreso de los hogares. Pero la deficiencia de los programas gubernamentales de salud -que con una mejor operación podrían haber ayudado más a la población durante la crisis sanitaria- los obligó a elevar su gasto de bolsillo en servicios de salud en 2020 en 40.5% respecto al 2018", agregó. 

Por otro lado, responde a los efectos de la eliminación de la subcontratación laboral, que provocó la caída mensual de 31.5% en los servicios de apoyo a los negocios y manejo de residuos y desechos, y servicios de remediación, rubro dónde se clasifican los servicios de contratación y colocación de personal.