Aún con un escenario de progreso en la inclusión financiera, persisten desafíos significativos que requieren nuestra atención este año para continuar reduciendo la brecha en México.
Desde 2015, el acceso a productos financieros ha alcanzado el 68 %, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF).
La evolución tecnológica ha facilitado una mayor inclusión financiera mediante la banca móvil y aplicaciones que han extendido su alcance a áreas antes desatendidas por los servicios financieros.
La implementación de inteligencia artificial y machine learning ha ampliado el acceso a créditos, cuentas de ahorro, seguros y otros productos financieros para sectores de la población marginados del sistema financiero.
Antes, para pedir un crédito, había que tener un buen puntaje crediticio. Esto era un problema para muchas personas que querían su primer crédito. Así, el 67 % de la población de entre 18 y 70 años no podía acceder a créditos formales.
Situación actual del acceso al crédito
Ahora, se observa una tendencia que revoluciona el otorgamiento de créditos analizando patrones de comportamiento mediante los metadatos de los teléfonos celulares, abriendo oportunidades para la inclusión financiera en una población donde casi 94 millones de mexicanos poseen un celular, especialmente para aquellos sin acceso a créditos tradicionales.
Es así que, desde el sector tecnológico, podemos abordar la desigualdad en el acceso al crédito como una oportunidad, brindando facilidades para llegar a la clientela. A nivel mundial, más de 1,600 millones de adultos no bancarizados o sub bancarizados, y hasta el 80 % de ellos podrían acceder a su primer crédito con estas herramientas alternativas. Esta es una oportunidad sin precedentes en México y la región para impactar positivamente a más personas.
Además, el uso de tecnología contribuye a que el otorgamiento de créditos sea rentable para quienes lo proveen, al validar la identidad del solicitante, generar un perfil de riesgo con mayor precisión y facilitar la gestión de cobranzas.
En resumen, aunque cerramos el 2023 con un panorama alentador, en 2024 los desafíos persisten. Estamos convencidos de que la tecnología y la innovación continuarán desempeñando un papel fundamental para impulsar la inclusión financiera.
Estamos preparados para seguir contribuyendo a través de nuestro ecosistema de soluciones tecnológicas en la construcción de un futuro financiero más inclusivo, sostenible y rentable para México y Latinoamérica.