La ministra de Economía española, Nadia Calviño señaló que no descarta un impuesto español a las grandes tecnológicas si no se logra un acuerdo a nivel europeo o global. Sus declaraciones fueron reiteradas por María Jesús Montero, titular del ministerio de Hacienda español.
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Las afirmaciones se hicieron después de que se difundiera en medios de comunicación que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha remitido un documento especial a sus embajadas en países donde se considera establecer un impuesto a empresas del sector tecnológico.
El texto ordena a los responsables diplomáticos que avisen de las “represalias” que se impondrían a los gobiernos que de forma unilateral creen un gravamen semejante. Por su parte, la ministra de Hacienda española calificó como “inadmisible” la amenaza.
El documento asegura a los embajadores estadounidenses que el compromiso internacional es negociar un nuevo régimen fiscal dentro de la OCDE y los Estados no deben actuar en solitario.
Se precisa en el texto que las empresas independientemente de su condición deben pagar su parte justa de impuestos y los sistemas fiscales deben adaptarse al nuevo escenario que plantea lo que es la economía digital.
Según autoridades estadounidenses, existen gobiernos que han “politizado el asunto” y buscan introducir impuestos diseñados intencionadamente para compañías de Estados Unidos dejando fuera a las locales y nacionales y estos gravámenes podrían repercutir en los consumidores.
En España, en tanto la titular de Hacienda rechazó que exista intervención estadounidense en la política fiscal (“no he recibido ningún tipo de contacto o de amenaza o de advertencia de nadie) y aseguró que una vez que se forme el gobierno volverán a llevar la tasa Google al Congreso. De existir quejas asevera que sería la vía diplomática la adecuada para canalizar las quejas, como en el caso de Francia con su propia tasa Google.
El intento de introducir este gravamen no viene en las declaraciones del Partido Socialista Obrero Español para sentar las bases de un futuro gobierno; sin embargo, la propuesta puede llevarse a cabo sin perjuicio de que posteriormente, a nivel europeo se establezca. Aunque habrá que estar atentos a la reacción de la administración Trump.