Reforma fiscal 2020: cambios que las empresas deben considerar

KPMG realizó tres aspectos que deben tomar en cuenta las empresas

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 .  (Foto: iStock)

Las reformas fiscales propuestas para 2020 abarcan dos temas fundamentales; el primero consiste en adecuar diversos ordenamientos en la Ley del impuesto sobre la renta (ISR) y el impuesto sobre el valor agregado (IVA) a los señalamientos que ha efectuado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), respecto al proyecto para combatir la erosión de la base gravable y traslado de beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés). 

El segundo tema es referente al logro de una mayor recaudación, desmotivando operaciones de planeación y elusión fiscal mediante medidas que obligan a los contribuyentes y a los asesores a reportar a las autoridades fiscales diversas operaciones.

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Al respecto, KPMG realizó tres aspectos que deben tomar en cuenta las empresas:


1. Modificaciones en materia de tributación internacional

En el contexto de BEPS, una de las preocupaciones es el uso o abuso de los tratados internacionales para llevar a cabo planeaciones fiscales agresivas, ubicando las ganancias de las empresas multinacionales en jurisdicciones de baja o nula tributación. Varias de las recomendaciones de la OCDE y el G20 promueven modificar el contenido de los tratados internacionales para evitar el llamado treaty shopping, y así evitar la doble tributación.

2. Economía digital

Con el objeto de simplificar el pago del ISR para las personas físicas, en el caso de ingresos a través de las plataformas digitales de intermediación que también procesen los pagos que realizan los adquirentes de bienes y servicios, se propone que el impuesto se pague mediante una retención que efectúen las plataformas tecnológicas, tanto para personas morales residentes en México, como residentes en el extranjero con o sin establecimiento permanente en el país.

3. Medidas orientadas al combate de la evasión

Se propone tipificar o clasificar la defraudación fiscal y su equiparable como delitos de delincuencia organizada, incluyendo la expedición y enajenación de facturas falsas, además de la renovación de las áreas de fiscalización y control de la autoridad fiscal basadas en el uso de tecnología y herramientas de inteligencia artificial, que se espera hagan más eficaz y rápida la identificación de evasores y contribuyentes incumplidos.