5 impuestos más raros de la historia

¿Considera que paga mucho impuesto? debería volverlo a pensar

El pago de contribuciones es una obligación de los residentes de cada país, estos tributan de conformidad con las disposiciones locales aprobadas por cada congreso. Entre los gravámenes más comunes en todo el mundo están los impuestos a las rentas gravables y el que se aplica al consumo.

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En México dichos impuestos adoptan la denominación de ISR e IVA; sin embargo estos son tan solo algunos de los más comunes, toda vez que existen o existieron algunos gravámenes más específicos e inusuales sobre actividades particulares.

Bajo esa premisa, a continuación se presentan los 5 impuestos más raros y atípicos de la historia:

Impuesto a la tenencia vehicular

Este impuesto se grava en la actualidad a nivel local en el territorio mexicano, y es aplicable a los propietarios de vehículos automotores (automóviles, omnibuses, camiones y tractores no agrícolas) ya sean de fabricación nacional o importados.

En si el impuesto no es lo raro; no obstante, la finalidad este sí, toda vez que la tenencia surge en 1962 bajo la premisa de ser una contribución temporal que ayudaría a financiar la organización de los juegos olímpicos que serían realizados en la CDMX seis años después, en 1968, pese a ello, más de medio siglo después se sigue pagando la contribución.

Impuesto a las puertas y ventanas

Este se decretó en enero de 1854 en México. El gobierno se encargó de cobrarla en todo el país y su propósito fue recaudar lo suficiente para sostener un ejército numeroso.

Este tributo se determinaba con base en una tarifa mensual en la que se gravaba dependiendo de la ubicación y dirección de las puertas y ventanas.

Impuesto a las barbas

Una de las primeras se dio en 1535, cuando el rey Enrique VIII de Inglaterra, introdujo un impuesto sobre las barbas, este gravamen se justificó bajo el argumento que traer barba era sinónimo de posición social. Este gravamen fue replicado en Rusia  con el emperador Pedro I, conocido que en 1698 instituyó un impuesto sobre la barba para “modernizar la sociedad de Rusia”.

Además de pagar este impuesto, los ciudadanos eran obligados a llevar una “ficha de barba”, con un águila rusa a un lado y, en el otro, la parte inferior de una cara con nariz, boca, bigote y barba que tenía inscritas dos frases: “el impuesto de barba ha sido recaudado” y «la barba es una carga superflua”.

Impuesto a la soltería

Tuvo sus orígenes en la antigua Roma, esta medida pareciera temporalmente lejana y absurda; pero existe otro precedente más contemporáneo a la actualidad. Este es el caso de Colombia en el año 1948 en el que se instauró una sobretasa del 15 % para los varones de 35 años o más que estuvieran solteros.

La principal justificación de este impuesto era aumentar la población con el compromiso de que el Estado se preocuparía por la defensa de la familia. También se buscaba que el país tuviera un ejército numeroso y bien preparado.

Impuesto a la orina

En la antigua Roma el emperador Vespasiano (quien gobernó de 69-79 d.C.) recaudó grandes cantidades cobrando impuestos por el comercio de orina recolectada en las letrinas públicas. Esto fue posible gracias a que era considerada útil como limpiador por su alto contenido en amoniaco.