Uno de los estandartes principales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido la austeridad en las finanzas públicas, aunque, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), su aplicación no es generalizada.
En el documento “Austeridad, debilidad institucional y presupuesto. Comparativo 2018 vs 2024”, el CIEP refirió que, durante la presente administración, aunque los ingresos presupuestarios incrementaron 14.4%, el gasto público lo hizo a un mayor ritmo, pues el aumentó del mismo fue de 20.5%; situación que se compensó con un mayor endeudamiento (+158.5%)
Asimismo, advirtió que la política de austeridad es un tanto selectiva, puesto que hay ramos administrativos beneficiados con mayor asignación de recursos. Comparando la Cuenta Pública 2018 con el PEF 2024, aunque la mayoría de los ramos presentan recortes, aquellos que más han sido beneficiados son Energía con un incremento del 2,097%; Trabajo y Previsión Social con 370.6%; Bienestar con 302.9%; Defensa Nacional con 139.1% y con aumento del 50.7%.
En cambio, los ramos que presentan mayores recortes son la Comisión Reguladora de Energía (CRE) con una reducción del 81.4%; la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) del 80.9%; Economía del 71.2%; el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) del 42%; Salud del 41.4%; y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) una disminución del 33.7%.
“La siguiente administración federal, tendrá que enfrentar la falta de recursos públicos para atender las responsabilidades de gasto heredadas, y deberá implementar cambios fiscales importantes para fortalecer las capacidades institucionales de algunas dependencias, para no afectar la entrega de bienes y servicios públicos a la sociedad”, declaró en un comunicado.
Ante ello, sentenció que el planteamiento de una reforma hacendaria será impostergable.