5 de mayo: por qué no es día de descanso obligatorio

5 de mayo: por qué no es día de descanso obligatorio

A pesar de que el 5 de mayo es una fecha importante para nuestro país, no está catalogada como festiva
Hay que considerar que esa fecha no está contemplada en el listado de días de descanso obligatorio del numeral 74 de la Ley Federal del Trabajo (LFT); en consecuencia, los empleados están obligados a presentarse a trabajar, de no ser así, sus patrones válidamente pueden descontarles el salario correspondiente a ese día, así como la parte proporcional del séptimo día (arts. 69 y 82, LFT).
Lo anterior es aplicable, salvo que en el contrato de trabajo, ya sea individual o colectivo, o en el reglamento interior de trabajo se haya concedido como día de descanso forzoso; en cuyo caso, los trabajadores deben disfrutar ese día y recibir el salario correspondiente.
Si por la operación de la negociación se requiere a los trabajadores laborar su día de descanso, y estos lo hacen, tienen derecho a recibir un salario doble (art. 75, LFT).
El 5 de mayo de 1862 tuvo lugar en Puebla, la famosa batalla del Ejército Nacional en contra del Francés, reconocido este último, como uno de los mejores del mundo.
Sin embargo, en pocas ocasiones se menciona, la razón qué provocó la intervención de Francia para combatir en nuestro país.
El conflicto surgió a consecuencia de las deudas contraídas con Francia, Inglaterra y España, y ante la imposibilidad de pago en los términos y las condiciones pactadas, se acordó en convención previa, enviar a estos ejércitos para cobrar los adeudos.
El entonces Presidente de la República Mexicana, Benito Juárez, sugirió un diálogo previo al conflicto, lo cual fue acordado por España e Inglaterra; pero, los franceses aprovechando la situación política del país iniciaron una invasión en abril de 1862. Córdoba, Veracruz, fue el primer punto de intervención, hacia el centro de la república; en las Cumbres de Acultzingo se tuvo la primera batalla continuando hacia Puebla.
Nuestro País se defendió con las Guardias Nacionales y el Ejército del Norte, -comandado por el General Ignacio Zaragoza-, comenzando la batalla a las 9:00 de la mañana del 5 de mayo.
La primera carga extranjera fue rechazada por indígenas voluntarios de Tetela del Río, al mando del Coronel Juan Nepomuceno Méndez, continuando la batalla en diversas áreas, centrándose en los Fuertes de Loreto y Guadalupe; sin embargo, indígenas zacapoaxtlas con machetes y sin mayor capacitación, se enfrentaron al ejército invasor derrotándolos en famosa batalla.
El Presidente fue informado en todo momento, de los acontecimientos, y al conocer el retiro del ejército francés, lo destacó como una gloriosa victoria del pueblo mexicano.
El comandante militar Ignacio Zaragoza pronunció ante la Nación la frase que hasta la fecha se repite en el aniversario:
“Las armas del supremo gobierno se han cubierto de gloria”
La batalla implicó un éxito absoluto, pese a las divisiones internas de la sociedad entre conservadores y liberales. Destacándose en los informes correspondientes la inferioridad numérica y armamentista sobre el mejor ejército del orbe.
La Batalla de Puebla constituye un símbolo de defensa en la soberanía e independencia. Jamás debemos olvidar tan importante acontecimiento y celebrarlo como un hecho de armas glorioso de nuestro país que en todo momento ha buscado la paz y cordialidad con todas las Naciones.