Los subsidios que el gobierno mexicano otorga a las gasolinas no afectan a las finanzas públicas del país, debido a que los precios de estos combustibles aumentan mensualmente en el mercado interno, además de que el precio del petróleo a nivel internacional sigue aumentando.
México tiene un incremento en sus ingresos por exportaciones de petróleo que supera al incremento observado en el subsidio de las gasolinas, por tanto no se genera un problema fiscal, lo que implica que no se realizará ningún ajuste presupuestario, explicó Miguel Messmacher, titular de la Unidad de planeación económica de la Secretaría de Hacienda.
“En ese contexto pues no se genera un problema fiscal, ni un boquete fiscal”, de hecho, en la medida en que México sigue siendo un exportador neto de petróleo, entonces el efecto de un aumento en el precio de los hidrocarburos sigue siendo positivo, añadió el funcionario en un comunicado.
En este momento, dijo, el gobierno mexicano espera que se mejoren algunas condiciones climáticas adversas que han provocado el aumento de los precios de algunos productos; sin embargo, en lo general existen finanzas sanas y así se entregarán a la próxima administración federal.
Según la Cámara de Diputados, en los últimos cinco años el precio de la gasolina en México se ha incrementado en 87 ocasiones, pasando de 7.01 pesos el litro en 2007, a 10.09 pesos en 2012.
