Una encuesta realizada por KPMG revela que en el mundo, el 93% de las compañías cuenta con una estrategia fiscal que se alinea a los objetivos del negocio. La encuesta global Good, Better, Best realizada a 1,150 ejecutivos fiscales en 22 países, muestra que ellos enfocan la mitad de su tiempo en asegurar el cumplimiento fiscal, la emisión de informes financieros y en la atención de auditorías. Por ello, sólo asumen una tercera parte de su tiempo a otras actividades de mayor valor, tales como:
- optimizar la tasa fiscal efectiva
- planear el impuesto pagado en efectivo
- mejorar e integrar el proceso fiscal con otros grupos de negocios
En México, 94% de los entrevistados señala que las áreas fiscales se enfocan a alinear sus objetivos a las tácticas internacionales de la organización. El estudio de KPMG señala que las 90% de las compañías mexicanas están invirtiendo en sistemas que les permitan obtener mayor eficiencia y confiabilidad de sus cifras fiscales, internacionalmente, la cifra es de 61%.
Dos terceras partes de los encuestados indicaron que en la actualidad, se encuentran en controversia con las autoridades fiscales; la mitad informa que las autoridades fiscales se están enfocando más en los procesos y controles fiscales y contables, la estrategia fiscal, la administración de riesgos y el uso de tecnología.
Atrás quedaron aquellos días en que los impuestos sólo eran parte de un gasto por administrar, a través de ellos, la reputación de una compañía está en juego. Incluso, a pesar de que los departamentos encargados invierten recursos en fortalecer los procesos fiscales y controles, existe el riesgo de que las áreas de Impuestos crezcan de manera desproporcional del resto del negocio.
Con enfoques hacia una administración fiscal que requiere nuevos niveles de detalle y transparencia, las compañías deben revisar y evaluar en qué invierten su tiempo, esfuerzo y dinero.
La creciente carga de cumplimiento, aunada a un enfoque más detallado de revisión por parte de las autoridades fiscales, obliga a las áreas fiscales de una empresa a hacer más con menos, o sea, se vuelve necesaria la búsqueda de mejora de procesos y el uso de la tecnología para ayudar a administrar la carga de trabajo.
El que los departamentos de Impuestos dediquen tanto tiempo al cumplimiento, genera un nuevo reto: liberar recursos financieros para que los equipos internos se enfoquen en una agenda más estratégica que soporte proactivamente los objetivos del negocio y se alineen a las tendencias emergentes. Lo anterior implica una modificación a los modelos tradicionales en los cuales el uso de outsourcing, co-outsourcing y centros de servicios compartidos toma alta relevancia.