En los últimos tres años los impuestos que se aplican a los salarios personales han aumentado en 25 de los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según datos de un estudio de esa institución.
Al subir la carga fiscal sobre las percepciones de los trabajadores, en estas naciones también se han reducido las exenciones que pueden ser aplicadas cada año.
Sin embargo, esta tendencia no ha sido observada en México, país que ocupa el tercer lugar entre los países con menor carga fiscal sobre los ingresos laborales, después de Chile y Nueva Zelanda, de acuerdo con el análisis de la OCDE que fue elaborado con datos de 2013.
El organismo detalla que la carga fiscal en los salarios ha crecido 0.2% en por lo menos 21 de los 34 países de la OCDE, por lo que la tasa promedio que se aplica a este tipo de percepciones es del 35.9%. No obstante, el guarismo cayó en 12 naciones, y permaneció igual en uno.
Los hallazgos del estudio indican que la carga fiscal más elevada se aplica a los trabajadores solteros y sin hijos que perciben salarios promedio, destacándose Estados como Bélgica, cuyos operarios tienen una carga fiscal de 55.8%, Alemania (49.3%), Austria (49.1%) y Hungría (49%). Mientras que las naciones con menor carga fiscal sobre los sueldos son Chile (7%), Nueva Zelanda (16.9%) y México (19.2%).
En todos los países de la OCDE, con excepción de México y Chile, la carga fiscal para las familias con hijos es menor que la que pesa sobre los trabajadores solteros sin hijos.
“El diseño y la interacción de los sistemas fiscales, las contribuciones a la seguridad social, y los beneficios que obtienen los trabajadores, es progresivo para quienes ganan menos dentro de los países de la OCDE”, apunta el estudio.
Sin embargo, añade, desde la crisis global de finales de 2007 ha habido un empobrecimiento de los hogares con niños, lo que es atribuido –principalmente- a la subida del endeudamiento de las familias y de los trabajadores que perciben bajos salarios.