Miedo al riesgo en inversionistas y emprendedores frena la
innovación de México

Créditos de la imágen: Foto de Leonardo Aparicio
La AMEXCAP ofrece menos de 26 fondos de inversión de riesgo frente a 3,500 que brinda Estados Unidos al emprendimiento
La innovación en México enfrenta una barrera invisible pero persistente en los nuevos planes de negocio, el cual se define como miedo al riesgo, situación que engloba a emprendedores e inversionistas de fondos de capital que coinciden en la aversión de invertir en nuevas ideas, lo que limita el crecimiento del país y apagan los esfuerzos de quienes buscan crear soluciones con impacto social y tecnológico.
De Izquierda a derecha, Denis Yris Director de Wortev Capital, Marcus Dantus Fundador de Startup México, Carlos Nara CEO, Jaqueline Gutiérrez CMO, Miguel Ángel Bazua CCO de YUNNO. Créditos: Foto de Leonardo Aparicio
En México, la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP) tiene menos de 26 fondos de capital de riesgo activos, frente a los más de 3,500 que operan en Estados Unidos para impulsar el emprendimiento, explicó Denis Yris, fundador y director de Wortev Capital.
“El problema además de dinero, también es de cultura, todos los mexicanos tenemos que cambiar de cultura de miedo al riesgo a cultura de tolerancia al riesgo, es una palabra la que cambia, pero es uniéndonos todos y con esa unión empezamos”, señaló Yris.
Denis, quien también se define como emprendedor advirtió que esta falta de apoyo financiero y moral provoca que muchos proyectos con potencial no logren consolidarse. Hay una decadencia en los temas de emprendimiento porque los jóvenes no ven caminos de financiamiento claros, se necesita apoyar económica o moralmente, ya sea desde la familia y amigos.
En la misma línea, Marcus Dantus, inversionista y fundador de Startup México, señaló que el miedo a fallar sigue pesando en todos los niveles, al grado de cambiar el concepto de capital de riesgo por capital emprendedor, lo que refleja cómo esta enclavado ese temor de invertir.
Asimismo, reafirmó que el principal motivante de invertir en una marca como YUNNO, fue la capacidad de resolver una necesidad con diferenciación e innovación, esto al plantear la idea de un alimento típico mexicano como son los chilaquiles y hacer una versión instantánea que no tenga sellos de restricción alimenticia al aplicar tecnología de liofilización que permite preservar los alimentos sin utilizar conservadores tradicionales que son dañinos a la salud.
“Lo que necesitamos son más emprendedores, o sea, iniciar desde una cocina en la universidad y ahora estar haciendo el lanzamiento de un producto con una compañía transnacional (…) y estoy seguro que cuando ellos sean una compañía tipo Unilever en unos años, van a ayudar a otros emprendedores, y ese es exactamente el círculo virtuoso que necesitamos en el país", señaló Dantus.
Para los fundadores de YUNNO, Carlos Nara, Jaqueline Gutiérrez y Miguel Ángel Bazua, no es fácil emprender ya que existen retos financieros, de preparación y regulatorios que ponen a prueba el proyecto
“No se trata sólo de tener una idea para vender o de tener un producto listo, sino el no comprender todos los pasos y el camino del emprendimiento, cuando piensas que ya la hiciste vas a la mitas o empezando y ahí vienen todos los aristas que como emprendedor no vas comprendiendo”, señaló Carlos Nara.
Para el caso de las barreras de entrada, en todas las industrian existen pero en alimentos las normativas, los sellos es una limitante desde el inicio, pero también fue un impulso para continuar y comprender que el mercado mexicano busca alimentos de mejor calidad y es en ese campo de juego que buscan destacarse, según mencionan.
Es justo, en ese contexto, que la propuesta de reforma al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) busca agilizar los procedimientos de registro de marca, avisos y patentes para reducir los tiempos de respuesta y fomentar la competitividad de nuevas empresas. La medida pretende eliminar trabas burocráticas que impiden a los emprendedores proteger su propiedad intelectual con rapidez y competir en igualdad de condiciones.
Por lo tanto, el fortalecimiento de la inversión de riesgo, la simplificación regulatoria y la educación empresarial son elementos clave para que la innovación no sea una excepción y se convierta en motor del desarrollo nacional.