Expectativas económicas y laborales 2015

Conoce los pronósticos financieros que influirán en la toma de decisiones de las empresas

El 2014 fue muy complejo para la economía mexicana, pues no se logró el crecimiento esperado del 4%, solo se alcanzó un apretado 2% y un casi nulo control de la inflación y del índice de precios al consumidor.

El inicio de 2015 es un buen momento para allegarse de toda la información económica para analizarla con calma y tener un horizonte de expectativas firmes, así como un referente sólido para asumir una dirección exacta y estar en condiciones para tomar las mejores decisiones en un ambiente que, todos afirman, será difícil en lo económico y complejo en lo laboral y más aún por ser un año de elecciones federales y locales en varias entidades federativas del país.

A continuación se hace un breve recuento de lo que se espera en este año respecto a diversos aspectos en los que se desarrolla la competencia, la compra-venta de insumos y productos terminados en un entorno de búsqueda de competitividad, productividad y adecuadas remuneraciones de los trabajadores.

Todo indica que será un lapso de relativa calma en las relaciones laborales en un contexto de continuado desempleo, limitados incrementos salariales y mínima conflictividad laboral; universo que debería ser aprovechado para consolidar una cultura laboral de mayor entendimiento y mejor distribución de la riqueza en México.

Se debe poner más atención a los temas del trabajo decente y la productividad; hoy ya incorporados en la LFT.

Expectativas económicas

Los principales grupos financieros que operan en el país y varios expertos de instituciones especializadas pronostican que la inflación general se podrá mantener en un 3.5%, comparada con la de 2014 que en algunos casos se afirma superó el 6%, aunque de manera oficial se asevera que no rebasó el 4.5%.

A ello se debe anotar un panorama muy desfavorable relacionado con la inseguridad en importantes sectores y regiones de la nación. Situación que ya ha hecho que, oficial e institucionalmente, los principales organismos del   privado soliciten al gobierno federal medidas más acertadas en este rubro, pues a decir de dichas organizaciones afecta entre el 2% y el 6% del Producto Interno Bruto (PIB).

CIDE

Para el especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Raúl Feliz, la economía mexicana crecerá hasta un 4% en 2015, derivado de un aumento en las exportaciones, el consumo y la inversión privados.

No obstante, alcanzar el 3.6% será relativamente difícil, por el estancamiento en el consumo interno de bienes y servicios y al severo golpe que representa la caída de los precios de petróleo para las inversiones del gobierno federal. Aunque se vaticina que la economía acelerará su ritmo de crecimiento por un ligero incremento en las exportaciones y una mejora en el consumo, que aumentará un 4%.

A esto se debe agregar que el Banco de México (Banxico) elevará las tasas de interés, entre un 3.5% y 4.0%, conforme la Reserva Federal de Estados Unidos de América (EUA) mueva sus tasas de interés.

Grupo Financiero Santander

En un estudio de su autoría este grupo señala que el crecimiento de la economía mexicana mejorará en 2015, favorecido por el sector exportador no petrolero y la expansión de la economía estadounidense.

A esta mejoría se suma una expectativa favorable sobre la implementación de la reforma energética en su fase inicial, así como ganancias en los salarios reales y el empleo. Esto se considera muy difícil, porque los incrementos salariales continuarán a la baja como resultado de la inercia de los últimos 30 años.

Sin embargo, la persistencia de bajos precios del petróleo y las presiones sobre el tipo de cambio podrían tener implicaciones negativas.

México, recibirá “beneficios” principalmente del crecimiento de la economía de EUA y de una posible mejora de otras economías desarrolladas y emergentes.

De igual manera se debe estar atento a la problemática de la zona del euro y a una eventual desaceleración no prevista de la economía de China.

Así para Santander, su expectativa de crecimiento, es de 3.5%, la cual es similar a la estimación de los analistas privados encuestados mensualmente por Banxico, aunque se debe anotar que las perspectivas fueron a la baja en los tres últimos meses de 2014.

Para aquellos que ven como efecto de anclaje la economía de EUA, es importante señalar que se prevé que esa economía registre un crecimiento del 3%, lo que aunado a un tipo de cambio del peso frente al dólar más competitivo, hace esperar que las exportaciones no petroleras seguirán con resultados favorables.

En el último trimestre de 2014, el crecimiento económico de México estuvo asociado a factores internos, algunos de los cuales podrían disiparse en 2015 y favorecer el desempeño de la economía.

Uno de los datos más importantes a subrayar es la promesa del gobierno federal, de que no se contemplan nuevos impuestos ni aumento de los existentes, como sucedió en 2014 y que impactaron considerablemente en la confianza de los consumidores y las empresas.

Otro dato relevante es que se pronostica una inflación menor (3.4%) que en 2014 (4.2% hasta la primera quincena de diciembre), por el efecto impositivo y la implementación de menores ajustes en los precios de la gasolina y de las reducciones en los precios de los servicios de telecomunicaciones.

De ahí que al programar una menor inflación hace suponer una mejora en los salarios reales, que sumada a las ganancias en el empleo, eventualmente impactarán la confianza de los consumidores.

También se contempla que habrá una mejora en los indicadores de inversión por el tema de licitaciones de obra pública y las consecuencias rezagadas del ejercicio del gasto público en 2014.

Standard & Poor’s

Para esta firma, México mantuvo una calificación y perspectiva favorable, aun en el entorno internacional que se vive. Prevé para 2015 un crecimiento superior al de los últimos dos años, lo que significa que la economía mexicana sí es bien vista en los mercados financieros internacionales.

La aprobación de la histórica reforma energética debe impulsar las perspectivas de crecimiento del país y su flexibilidad fiscal en el mediano plazo. La apertura de los hidrocarburos a la iniciativa privada atraerá inversiones significativas para todo el sector de energía en el mediano plazo apuntalará el crecimiento de la economía.

Asimismo vaticina un crecimiento real del PIB de 3.2% en 2015.

No se debe pasar por alto que la calificadora ha señalado que la inseguridad es el más grave problema por el que pasa la economía.

Las perspectivas en América Latina de crecimiento económico rondan entre el 2% y 3% de acuerdo con la información de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

Negociaciones colectivas

Como se espera un crecimiento en la economía, cercano al 3%, las organizaciones sindicales buscarán que esto se vea reflejado en la generación de empleos y en el poder adquisitivo de los salarios.

Debe recordarse que al igual que en años anteriores, al inicio de este ejercicio las presiones por el alza de precio de la gasolina se convierta en una bandera de las organizaciones sindicales, para demandar aumentos salariales cercanos o mayores que el índice inflacionario o similar al de precios de la canasta básica.

Salarios

En México la negociación de salarios es un tema de escasa conflictividad sindical, porque los gremios se han convertido en organizaciones de carácter moderado, pues están ocupados en actividades políticas y solo algunos están preocupados por la productividad y el trabajo decente.

Por ello, es de prever que no será detonante de conflictos abiertos y de confrontaciones, a pesar de que existen sectores que desde hace poco más de 10 años han visto mermado su poder adquisitivo.

Las principales dirigencias sindicales como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) intentarán agregar una dosis de significado político para avanzar en sus espacios de control, dominancia y propuesta, además de una posible alianza entre ellas con miras a las actividades electorales.

No se prevén huelgas importantes o numerosas, por demandas salariales, aunque sí es importante que el mercado laboral siga teniendo señales de libertad de negociación e intentar abandonar el estigma de imposición de topes salariales.

Sería recomendable que las negociaciones salariales estén realmente vinculadas a los crecimientos reales de la productividad en cada una de las empresas.

Así las cosas, en este rubro se espera un incremento salarial del 4.5%, cifra por debajo del promedio mundial que es del 5%.

No obstante es muy importante que el aumento salarial se convierta en un verdadero instrumento de justicia distributiva y sirva para romper la dependencia que han mostrado muchas compañías a los datos que el gobierno emite desde la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.

Prioridades de las organizaciones sindicales

Generalmente los sindicatos en el país luchan por conservar lo que tienen o tenían en el marco de sus contratos colectivos; muestran poca imaginación, carencia de propuestas y una muy limitada visión de ser organizaciones con responsabilidad productiva, social y humana para contribuir al desarrollo de la empresa y de los trabajadores.

Las principales organizaciones sindicales que influyen en el mercado laboral pueden caracterizarse y describirse de manera breve en cuatro grandes bloques, sindicalismo:

  • del Congreso del Trabajo (CT)
  • del sector público federal y estatal
  • de la UNT, y
  • autónomo e independiente

Las organizaciones del CT pondrán como prioridad la elaboración de planes que intenten llevar el concepto de trabajo decente a los contratos colectivos; tema por demás interesante que debe permitir a toda la comunidad productiva generar un nuevo lenguaje y espacios de contenidos y de negociación vinculados a este tópico.

También seguirán como defensores de la conservación del empleo e implementarán acciones que eviten la caída del mismo; además no se debe descartar que otras organizaciones demandarán complementos al salario, tales como; mayores prestaciones; inversión en capacitación, y calidad de vida dentro y fuera del centro de trabajo (transporte, salud, vivienda, despensa).

Tanto los sindicatos agrupados en torno al CT como los denominados independientes de la UNT, han demostrado una elevada intención de politizar y partidizar sus acciones.

Es de esperar que como ocurrió en años recientes, la conflictividad laboral se reducirá y las demandas de los sindicatos se centrarán en un aumento salarial igual al de la inflación, debido al fuerte desempleo, así que se tendrán pocas posibilidades de huelgas.

Sin embargo en el sector público es posible que se politicen algunas negociaciones, aunque al ser un año electoral, se espera cierta congruencia entre las autoridades y los sindicatos del sector público para no detener los servicios.

Por otra parte se estima que algunos sindicatos tengan como prioridad la elaboración de planes de trabajo decente.

Resalta la agenda de las organizaciones independientes, las cuales se agrupan en derredor de la UNT, siendo las demandas que más expresan e influyen en el ámbito de negociación las siguientes:

  • respeto al derecho de libertad sindical, contra los contratos de protección
  • modelo productivo económico que no solo beneficie a las trasnacionales
  • mejora de los salarios, y
  • no más pérdida de empleos

Conclusión

Las expectativas no deben causar confusión, pues debe separarse lo positivo de lo negativo, y analizar la mejor decisión. El 2015 se presenta como un tiempo de severos obstáculos relativos con el tema de seguridad pública, atracción de inversiones y recuperación del poder adquisitivo de los salarios.

Así mismo la relación entre los poderes ejecutivo y legislativo es positivamente constructiva, pues ya ha permitido acuerdos que parecían impensables hace apenas un año; aun cuando sigue pendiente el debate sobre la Seguridad Social Universal y el Seguro de Desempleo en las Cámaras del poder legislativo.

Finalmente están los problemas estructurales, la dimensión de la pobreza y la desigualdad, así como el limitado crecimiento de la economía y el empleo. La reducción temporal del precio del petróleo ha metido un factor determinante en la economía nacional que deberá repercutir aun con consecuencias desconocidas; no hay camino de regreso o somos más competitivos o el país seguirá debilitándose productivamente con los efectos negativos de cohesión social.

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 -  (Foto: Redacción)