Más infartos y alteraciones mentales por estrés laboral

Especialistas afirmaron que los factores de riesgo en el ambiente profesional aumentan las posibilidades de generar trastornos mentales e infartos al miocardio

 .  (Foto: iStock)

Miryam López

El riesgo de tener un infarto al miocardio o presentar afectaciones psicologías se incrementa en personas que tienen que cubrir largas y extenuantes jornadas laborales, señalaron especialistas en cardiología y psicología.

DESEQUILIBRIO ENTRE TRABAJO Y VIDA PERSONAL, ¿PROVOCA ENFERMEDADES?

“Las personas con factores de riesgo preexistentes son más propensas a tener un evento cardiaco; mientras, que para desarrollar un trastorno mental a causa del exceso de trabajo no es condición tener antecedentes de alteración psicológica”, explicaron.

Los especialistas refirieron que actualmente muchos trabajadores cubren jornadas laborales de más de ocho horas y realizan las actividades que anteriormente eran distribuidas entre cuatro o cinco personas, lo cual se traduce en “una fuerte presión”.

El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rodolfo Nava Hernández, advirtió que si una persona labora 11 horas al día es dos veces más propensa a padecer depresión, y si lo hace durante 55 horas a la semana, su riesgo de sufrir un infarto es de un 33 % mayor.

Al respecto, el cardiólogo de Médica Sur, Enrique Gómez Álvarez, mencionó que las jornadas extenuantes físicas o mentales aumentan el estrés laboral y el riesgo de infarto al miocardio, sobre todo, en poblaciones con riesgo cardiovascular (personas mayores de 50 años) y que generalmente padecen hipertensión, diabetes, colesterol o triglicéridos altos.

En el caso de las personas jóvenes, “tienen mayor resistencia y son menos frecuentes este tipo de episodios aún con cargas laborales importantes, por lo que se debe estratificar el riesgo”.

Refirió que “en México la mitad de los hombres mayores de 50 años son hipertensos y 60 % de las mujeres mayores de 60 años, en ambos casos por lo menos 40 % de hombres y mujeres tienen diabetes y eso hace una explosión”.

Por su parte, el jefe de hospitalización del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, Agustín Villarreal, coincidió en que los factores de riesgo son preexistentes para que una situación así se presente; es decir, “el estrés laboral es un detonante, pero no el único factor para que una persona se infarte o presente alguna otra enfermedad física o mental”.

En el ámbito mental, la psicóloga de la Universidad del Valle de México (UVM), Yazmín Ramírez Martínez, señaló que los cambios sociales de los últimos años llevaron a una mayor carga laboral, haciendo que los trabajadores sufran de depresión y ansiedad.

“Hoy sabemos que por sí mismo, el espacio laboral puede desencadenar estos trastornos porque pasamos mucho tiempo en este espacio, y este espacio va a darnos condiciones de alimentación, emocionales, de convivencia; entonces, por sí mismo es factor laboral si nos lleva a desarrollar estas patologías de depresión y ansiedad”, afirmó.

No obstante, la tendencia a normalizar el estrés, el cansancio y la depresión por tener que levantarse temprano y llegar tarde a casa “impide pedir ayuda dentro de la misma empresa o a profesionales de la salud”.

“La persona no descansa bien, no come bien, no está concentrada y se estresa porque no puede sacar el trabajo, no duerme y se hace un círculo vicioso en el que no hay tiempo para actividades personales y familiares; entonces, entre las condiciones laborales y ambientales, llega un momento en que se produce un choque en el individuo”, detalló.

Además, “una persona que se acostumbra a estar enferma y que esa condición es parte de su vida no toma conciencia de esos factores de riesgo y cuando detonan el problema es mayor”.

Ante ello, señaló que los empleadores deben preocuparse más por propiciar un ambiente laboral más sano, dotar de equipo ergonómico a sus trabajadores, ofrecer espacio y tiempos adecuados para la alimentación y descanso adecuado.

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