Cómo tratar al personal apático

Erika Rivera
Editora adjunto Web y Print de IDC; especialista en relaciones laborales, IMSS, Infonavit y pensiones
- 2018-04-17
Como parte de su responsabilidad social, las empresas deben identificar a estos trabajadores para que salgan de ese círculo
Los trabajadores necesitan contar con los elementos necesarios para desarrollar sus labores con éxito; por ejemplo sus instrumentos y herramientas de trabajo, materias primas, un lugar adecuado e higiénico de trabajo, etc.
Requieren también inyectarle entusiasmo a sus tareas –elemento intangible de la personalidad de cada individuo–; de lo contrario, trabajar con apatía provoca que los colaboradores se mantengan en la zaga de su labor.
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Esto quiere decir que a pesar de estar físicamente aptos para el desarrollo de las actividades asignadas, a los ojos de la organización son invisibles porque no aportan nada nuevo, lo que trae como consecuencia su aislamiento, e incluso el estancamiento de su desarrollo profesional.
En la práctica, cuando un jefe que se da cuenta del aislamiento de alguno de los integrantes de su equipo, decide erradamente presionar al trabajador, amenazándolo de que sino cambia su actitud para bien, desiste de la apatía mostrada, se prescindirá de sus servicios.
En estos casos, lo recomendable es que las empresas detecten las causas de la apatía de su personal. Entre las de carácter externo destacan:
Tras la identificación de la causa de la depresión, la empresa acorde con sus posibilidades debe brindar el apoyo adecuado al individuo apático para que salga de ese estado. Por ejemplo otorgándole ayuda profesional como la de un médico o psicólogo a efectos de que a la brevedad sea participe de los trabajos en equipo de la organización, pues la suma de esos esfuerzos trae como resultado que la agrupación funcione mejor para bien empresarial.