Con frecuencia al empezar una relación laboral se le requiere al colaborador distintos documentos, entre ellos, una constancia médica de buena salud; o bien la empresa, a través de sus servicios clínicos, realizan una valoración.
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Es importante que el patrón cuente con ese certificado, pues le permitirá conocer los padecimientos previos del subordinado, y si su salud es compatible con el puesto que se va a ocupar.
Además, tener este elemento le puede ser útil para que cuando el trabajador reclame un riesgo de trabajo, y de ser el caso, el patrón pueda argumentar que el padecimiento de aquel deriva de una lesión o enfermedad preexistente.
Por ello, se recomienda que la constancia médica sea expedida a conciencia y que realmente su contenido certifique la salud del colaborador, porque de lo contrario, esta será inservible.