Magia corporativa genera beneficios

Los patrones pueden motivar a sus colaboradores a aumentar la productividad, aplicando de manera divertida los principios de un ilusionista


La productividad es el resultado de optimizar los factores humanos, materiales, financieros, tecnológicos y organizacionales que convergen en las empresas, con el propósito de promover su competitividad y sustentabilidad; mejorar su capacidad, tecnología, organización, así como aumentar sus ingresos, el bienestar de los trabajadores y distribuir equitativamente sus beneficios (arts. 3o., último párrafo y 153-I, primer párrafo LFT).

La participación de los colaboradores en dicha dinámica es imprescindible en razón de que gracias a su interacción con los usuarios o consumidores de los bienes o servicios proporcionados por la organización, mejoran la reputación de esta y atraen más clientes, inversionistas, proveedores y más subordinados.

Esto se puede lograr si se les ayuda a sentirse motivados para desarrollar sus tareas.

A pesar de esto, es más usual que en las relaciones de trabajo permee la motivación negativa, como la llama la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el tema: Mejore su negocio, El recurso humano y la productividad, esto es, que estén impulsados a laborar basados en la idea de que perderán el empleo o la percepción de que sus jefes únicamente los critican.

Para la OIT los incentivos positivos, tales como: los elogios, los financieros, la formación complementaria y el desarrollo profesional, son más eficaces para mejorar el desempeño y aumentar la productividad.

Una forma de incentivar al personal de buena manera, es a través de sembrar en cada colaborador, la semilla que permita aflorar en aquellos, una actitud apasionada orientada hacia altas aspiraciones y la consciencia de que con esa buena disposición se lograr el perfeccionamiento las funciones y los procesos.

De ahí que Jesús Gallego, conferencista internacional y Socio-Director General de Capital Emocional amablemente explica las máximas derivadas de la analogía realizada de la obra La fuerza de la ilusión, ya que en la misma se plantea que las empresas, como los magos, buscan conseguir un efecto memorable en la mente del mercado.

¿Ilusionismo en las compañías?

La ilusión, es la energía que transformada en pasión y llevada a la acción, produce resultados sorprendentes, es fuerza movilizadora, en el escenario, en las relaciones interpersonales y en las organizaciones.

Enconces ¿cómo se traslada esta visión a los lugares de trabajo?, creando escenarios emocionalmente positivos; se debe observar que esto es hacer magia, y de la buena.

Reglas aplicables a la gestión empresarial

Los autores de la obra aludida señalan que el ser humano nunca dejará de soñar e ilusionarse; así, es viable que los secretos de los grandes magos se adecuen a las compañías y su capital humano.

Se precisa entender que el sortilegio en las organizaciones consiste en implementar, como parte de la filosofía corporativa, ciertos principios e infundir en su personal visiones y pensamientos que incidan en su ánimo, con el objetivo de que cada área que configura la estructura de las empresas y los trabajadores estén dispuestos a mejorarse así mismos, y consecuentemente esto incida positivamente en la productividad.

En definitiva, La fuerza de la ilusión se lee con gusto y, si bien, no saca conejos de la chistera, ofrece ideas atractivas y entrelazadas, descubre ese mundo a través de la magia y, ofrece trucos para la empresa. Para conocer esas argucias, consulte la infografía de las páginas 12 y 13 de esta sección.

Conclusión

Las organizaciones para posicionar sus marcas, productos, o servicios entre sus clientes deben desplegar esfuerzos y para ello sus colaboradores son una pieza importante porque les corresponde desarrollar los procesos respectivos, por eso, es menester hacerles ver que adoptar las máximas aludidas se transforman en factores de generadores de la energía requerida para llegar a la mente y corazón del mercado.

Así, al conducirse cotidianamente con esta visión se produce en las empresas la mejora y la evolución de la competitividad, la sustentabilidad; la capacidad, y el incremento de los ingresos que dan lugar al fortalecimiento de los negocios y al bienestar de los subordinados.