La aprobación de la reforma laboral es un paso más para el proceso de ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sostuvo la titular de la Secretaría de Economía (SE), Graciela Márquez Colín.
La Comisión del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados aprobó el 10 de abril el dictamen de la reforma laboral, a fin de enviarla para su discusión y eventual aprobación en el Pleno de San Lázaro.
“Sí abona y es algo que los opositores al T-MEC no van a poder decir que falta”, argumentó después de participar en la reunión del Consejo Nacional del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), a cargo de Carlos Salazar Lomelín.
Esto dará oportunidad a los demócratas de hacer un análisis profundo de la reforma laboral, pues incluye cambios al artículo 23 del T-MEC respecto a los derechos sindicales y la negociación de contratos colectivos.
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Minutos antes de salir para Mérida, Yucatán, para participar en la undécima edición del US-México CEO Dialogue, Márquez Colín reiteró que ahí sostendrá una reunión con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, y buscará abordar los temas pendientes de la agenda bilateral.
Reconoció que la política comercial de los dos países es “compleja” porque siguen pendientes los temas relacionados al acuerdo de suspensión del tomate y la medida 232 respecto a los aranceles del 25 y 10% a las importaciones de acero y aluminio.
El acuerdo del tomate vencerá el próximo 7 mayo y, de no encontrar una resolución favorable, se impondrá una cuota de compensación de 17.5%.
Respecto a los gravámenes impuestos por el gobierno estadounidense, comentó que México sigue con el proceso de retaliación como medida para contrarrestar los efectos de los aranceles a la industria mexicana y dejó en claro que éste será uno de los temas incluidos con el secretario de Comercio de Estados Unidos.