Cómo erradicar la inequidad de género laboral

De acuerdo con la OIT existen ciertos estereotipos que refuerzan los pensamientos tradicionales que rompen con la equidad de género

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La discriminación por razones de género es toda práctica o procedimiento, consciente o inconsciente, por acción o por omisión, que tenga como resultado la producción o reproducción de las desigualdades entre mujeres y hombres en el mercado laboral, según el Instituto Andaluz de la Mujer.

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La segregación es generada a partir de los prejuicios que los individuos tenemos sobre los varones y las féminas, es lo que Cook R.,  en la obra Gender Stereotyping Transnational Legal Perspectives denomina como “estereotipos de género”.

Según el especialista son las ideas preconcebidas sobre las mujeres y los hombres con los cuales se califican y se generalizan opiniones y se justifican como naturales y propias de cada sexo.

Dichas ideas o prejuicios no responden a “características naturales” de mujeres y hombres, sino que dependen de las experiencias previas y los procesos de aprendizaje.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el tema Guía de Género, señala los estereotipos refuerzan los pensamientos tradicionales de cada género, y con ello, también la discriminación. Asimismo, el  organismo asevera que tanto los varones como las mujeres son objeto de esas ideas preconcebidas, pero los de las féminas son los que tienen peor valoración social.

De tal suerte que, para eliminar la discriminación se tienen que abandonar los estereotipos y brindar a ambos géneros la oportunidad de demostrar sus habilidades y conocimientos, pues así se creará efectivamente, una visión de paridad de ambos sectores.

Así las cosas, en los centros de trabajo cabe identificar si entre el personal se escuchan planteamientos como los que se apuntan enseguida:

  • “Las mujeres no tienen suficiente fuerza para trabajar”
  • “Las mujeres son más ordenadas y mejores”
  • “Las mujeres no sirven para la mecánica”
  • “Las mujeres tienen que ocuparse de sus hogares y no tienen disponibilidad total para viajar”
  • “Los hombres son más racionales”
  • “Las mujeres son más complicadas para dirigir”, o
  • “Las mujeres faltan a trabajar más que los hombres. Por eso, le cuestan más a la empresa”

En caso de que sean parte de la percepción del colectivo, el patrón tiene que modificar esa percepción, materializando las acciones que considere necesarias, tales como la impartición de cursos de equidad de género; valerse del coaching para el fortalecimiento de la autoestima; realización de actividades culturales o deportivas que ayuden a disipar dudas sobre la capacidad de las personas, etc., todo ello como parte de la implementación del protocolo contra la violencia laboral, previsto en el numeral 132, fracción XXXI de la LFT.