La crisis del COVID-19 está teniendo un efecto devastador en trabajadores y empleadores de todos los sectores, aseveró la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En un comunicado, detalló que los trabajadores que prestan servicios esenciales, en particular en el ámbito sanitario y el de respuesta a situaciones de emergencia en primera línea corren un elevado riesgo de infección.
LEE: JÓVENES, LOS MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS DE EMPLEO DEL COVID-19
Asimismo, los empleados de supermercados, las azafatas de vuelo y los trabajadores del sector automovilístico se encuentran entre los que han visto amenazada su salud y sus medios de subsistencia como consecuencia de la pandemia.
En un análisis por sector, el organismo internacional reveló que:
- el sector turístico y de los viajes, que antes del brote del COVID-19 se preveía que constituyese el 11.5% del producto interno bruto (PIB) mundial, ahora solo en la Unión Europea pierde alrededor de mil millones de euros de ingresos mensuales
- en el transporte marítimo,se afectaron los viajes en crucero, que dan empleo a 250,000 personas, puesto que varios países aconsejaron evitar dichos viajes y las principales compañías de cruceros suspendieron sus operaciones
- el sector automovilístico debe hacer frente asimismo a un súbito y generalizado estancamiento de su actividad económica, habida cuenta del confinamiento de los trabajadores en su hogar, la interrupción de las cadenas de suministro y el cierre de fábricas.
- como consecuencia de las estrictas restricciones de viaje impuestas y la recesión económica a escala mundial que se prevé, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) estima que los ingresos del sector en concepto de transporte de pasajeros podrían reducirse en 252,000 millones de dólares, lo que constituye una disminución del 44% con respecto a 2019
- en los sectores textil y fabricación de prendas de vestir, cuero y calzado, las medidas de cuarentena han mermado la demanda de los consumidores. En Bangladesh, las cancelaciones de pedidos han provocado una pérdida de ingresos de unos 3,000 millones de dólares, y han afectado a alrededor de 2.17 millones de trabajadores
- la agricultura y la seguridad alimentaria también se han visto gravemente afectadas. Por ejemplo, la reciente suspensión temporal de una de las mayores subastas de té del mundo en Mombasa (Kenya), en la que se comercializa té de muchos países de África oriental, podría tener un efecto económico devastador a escalas local, nacional y regional si esa suspensión se prolonga
Cómo evitarlo
La OIT instó a los gobiernos a ampliar las medidas de protección social para todos en los sectores afectados y brinda asesoramiento sobre medidas que faciliten el mantenimiento del empleo y promuevan el trabajo a tiempo parcial y las vacaciones remuneradas, entre otros tipos de subsidios, con objeto de que las economías, los mercados laborales y los sectores industriales se vean más fortalecidos y sean más resilientes y sostenibles cuando remita la pandemia.
“Debemos aumentar la inversión para ofrecer condiciones de trabajo seguro y decente a los trabajadores que desempeñan su labor en primera línea y evitar que esta pandemia deje secuelas a largo plazo en las economías, las personas y el empleo”, concluyó la directora de programas sectoriales de la OIT, Alette van Leur.