Sin lugar a duda ser buen líder en un momento como el que hoy enfrenta el mundo es un reto del que solo podrán salir adelante aquellos que cuenten con las herramientas para seguir inspirando a la gente, aquellos que hayan desarrollado la mejor de las resilencias y aquellos que agudicen la empatía con sus colaboradores para obtener, comparativamente hablando, insights que les faciliten generar estrategias y asegurar el cumplimiento de los objetivos.
Y es que cuando llegó a México la noticia de lo que estaba pasando en China a finales de 2019, con seguridad, muy pocos anticiparon al COVID-19 como una amenaza para la estabilidad que se vivía en los mercados y en las organizaciones; sin embargo, lo inesperado alcanzó al mundo y en nuestro país, no fue la excepción.
Hoy, los desafíos de distinto orden presentan su cara más retadora para que a su vez, las organizaciones pongan sobre la mesa sus mejores cartas y los líderes de estas asuman habilidades más sólidas y firmes para afrontar la situación.
Los grandes lugares para trabajar están aprovechando estos momentos en los que sus operaciones se han visto reducidas para reforzar el desarrollo de sus líderes y prepararlos para enfrentar el escenario con mejores capacidades, por ello Angel Hernández Murillo, Creador de contenidos de Great Place to Work® México, abunda sobre el tema y explica los beneficios de contar con líderes capaces de dirigir la empresa, incluso a distancia lo pueden realizar de forma eficaz.
Mantener el control y ser flexible
Con un escenario tan desdibujado e incierto, es predecible que el nerviosismo aflore, las dudas sean una constante y los ánimos entre la gente se enciendan llevando incluso, a que no se piense con claridad, se decida de manera espontánea para salir del paso y sean las “emociones desnudas” las que priven en el ambiente aun en home office.
Las juntas en modalidad de trabajo remoto han incrementado la demanda en tiempo, la reorganización de agendas, tolerancia a la frustración y capacidad para transmitir con eficacia los mensajes clave a toda la organización.
La tarea inmediata del líder entonces es desarrollar habilidades para mantener el control, ser lo suficientemente flexible y mediador de los conflictos que suelen generarse porque con todo y tecnología, el factor humano está presente.
Gestionar con inteligencia
De acuerdo con expertos en temas de capital humano, la inteligencia emocional es el primer requisito para cumplir con satisfacción el papel de líder en este y todos los escenarios.
Este tipo de inteligencia social contempla la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás. También es la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones.
La inteligencia emocional es hoy más que antes, útil para las relaciones de los líderes con sus colaboradores, y saber mejor de sus habilidades y motivaciones para dar lo mejor de sí, ofreciendo indicios para poder intervenir con imparcialidad en caso de conflictos de trabajo, e incluso personales.
La inteligencia emocional es un factor esencial para hacer de un líder una persona capaz de mantener su equilibrio y el de las personas a su cargo. Estudios en el tema revelan que quienes cuentan con esta característica tienen, entre otras, la capacidad de ser:
- optimistas: encuentran el lado positivo a los problemas
- considerados: aprecian y reconocen los aportes de otros
- auténticos: son honestos consigo mismo y lo reflejan en sus actos
- conscientes de sí mismos: conocen sus fortalezas y debilidades
- empáticos: entienden cómo se siente la otra persona
- comunicadores: de mensajes claros y desde el corazón
- buenos escuchas: de las propuestas y de lo que sienten sus colaboradores, y
- creativos: se anticipan al futuro y proponen ideas
- Para ello, existen programas de formación de líderes que los apoyan a desarrollar estas competencias para fomentar lo mejor de sí mismos, destacar en congruencia y honestidad, o en la retroalimentación del diálogo.
Valor competitivo de los líderes con formación
Las habilidades citadas llevan a una importante interrogante: ¿estas son inherentes al líder o se aprenden?
La experiencia nos muestra que existen líderes natos, pero no es la constante, tampoco significa que quien carece del talento no lo pueda adquirir.
Los líderes de los grandes lugares para trabajar tienen como común denominador el que recurren a prácticas probadas para desarrollar habilidades que los preparen para hacer frente a desafíos de toda índole, manteniendo el adecuado control de sus funciones y emociones, así como asegurar el compromiso en sus equipos de trabajo apoyándose del principio de la confianza.
Great Place to Work®, acompaña ahora mismo a los líderes para que perfeccionen estas y otras habilidades a través de sus servicios en formación online, y así de manera inmediata, pueden responder a las demandas actuales y anticiparse a los escenarios que surjan cuando las actividades vuelvan a la llamada nueva normalidad.
Todo esto les permitirá contar con los conocimientos y capacidades necesarias para manejar con efectividad su toma de decisiones y la gestión de sus equipos en la búsqueda del cumplimiento de las metas que se propongan, también en escenarios como el que hoy vivimos.
Confiar primero y después, confiar
Para hacer de una organización un gran lugar para trabajar, antes, debe construirse en esta una cultura de alta confianza, misma que una vez implementada, genera niveles de rendimiento y competitividad tres veces superiores a los de organizaciones que no la viven o ni siquiera la conocen.
Las culturas de alta confianza se conforman de las relaciones más valoradas por los colaboradores de una organización, y son aquellas con más impacto en su día a día; esto es, confianza:
- entre ellos y sus líderes
- de las personas hacia la organización
- entre compañeros
A partir de ese aprendizaje los riesgos de estrés, malentendidos y pérdida de tiempo en discusiones o juntas infructuosas a las que se expone un líder, se minimizan significativamente.
Conclusiones
La formación que GPTW® ofrece a los líderes de todas las organizaciones, tamaños y sectores, está al alcance de su mano y garantiza un retorno de inversión visible y medible.
A través de los facilitadores online, sus líderes pueden acceder a estrategias para atender temas relacionados con el área de capital humano, dirección y comunidad.
Alcanzar esto requiere de disciplina y constancia, pero con el acompañamiento de consultores expertos en relativamente poco tiempo , equipo, influir mediante el diálogo, desarrollar al colaborador y destacar con congruencia y honestidad entre otras habilidades.
La diferencia entre lo que solo se aspira a que ocurra, y lo que es posible alcanzar , se consigue transformando a los dirigentes en grandes representantes del liderazgo en momentos de oportunidad.
¿Usted puede ser grande en tiempos de reto!