es la fatiga extrema provocada por el estrés laboral o el exceso de trabajo. Este trastorno afecta poco a poco a los trabajadores hasta desgastarlos a un punto crítico impidiendo realizar sus tareas de forma efectiva y de acuerdo con una encuesta de Bumeran, en México, durante la contingencia sanitaria por COVID-19, 69.6% de los mexicanos aseguró que lo experimentó.
Entre las causas, la firma detalló que este fenómeno se da cuandose está expuesto durante un largo periodo a situaciones laborales que implican un estado de sobrecarga emocional, horarios de trabajo largos, excesivo trabajo físico. En ese sentido, el cambio de la dinámica laboral por las estrategias de confinamiento, pudieron desatar estas conductas agravantes.
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En conjunto con el aumento de la presión laboral y la falta de relajación derivada de una incapacidad de desconectar del trabajo fuera de la jornada laboral.
Estos aspectos antes mencionados pueden provocar que el desgaste laboral evolucione y alcance otros aspectos como los ideales y la percepción de los logros. A medida que avanza, el trabajador puede tener dificultades para resolver problemas y ejecutar tare¿Cas que antes le resultaban sencillas lo que puede acarrear consecuencias a todos los niveles dentro de la empresa.
¿Cómo tratarlo?
Bumeran subrayó que las estrategias para tratar el burnout van encaminadas a reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión y deben partir desde el mismo departamento de RRHH.
En los departamentos mexicanos, casi el 60% se centra en brindar consejos para afrontar la cuarentena a través de correos informativos sobre salud mental, realizan juntas virtuales para promover la relación entre compañeros o realizan seminarios virtuales sobre prácticas saludables, menos del 6% cuenta con un psicólogo a disposición de sus empleados o la persona encargada de recursos humanos toma un rol activo en las actividades de contención.
En ese sentido, la firma señaló que para diagnosticar el síndrome, los especialistas tienen que conocer los síntomas de la patología y realizar una entrevista clínica con el empleado que les permita averiguar si existe la sospecha de padecer la enfermedad. Además, conviene que el profesional conozca cómo es su situación dentro de la empresa y cómo está organizado el trabajo.
