Retos sociales de las madres trabajadoras

Las mujeres sufren discriminación, acoso, la famosa brecha salarial y el techo de cristal, que no permiten su pleno desarrollo profesional

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 .  (Foto: iStock)

En la actualidad las madres trabajadoras se enfrentan a grandes obstáculos laborales, políticos y sociales, ya que no se cuenta con una perspectiva de género en cada una de estas esferas.

Aunque a marchas forzadas se va ganando una mayor equidad entre hombres y mujeres, todavía falta mucho por recorrer.

En el ámbito político, existe un fuerte sesgo de género. Por ejemplo, en la Ley Federal de Trabajo en su artículo 170 se otorga 84 días de incapacidad por maternidad y en su artículo 132 de la misma ley marco se dan únicamente 5 días por paternidad. Con estas diferencias, se refuerza la idea de que las tareas de cuidados están a cargo de las mujeres. 

“Las grandes desventajas a las que las mujeres se enfrentan al tener empleos informales es que carecen de derechos laborales y seguridad social, por lo tanto, ellas tienen que resolver en el día a día cuestiones de salud, cuidado de sus hijos, vacaciones, entre otras cosas, sin tener acceso a servicios públicos a los que podrían recurrir si tuvieran seguridad social”, explica Aideé Zamorano, Fundadora de Mamá Godín.

En lo social, todavía existen marcados prejuicios hacia las madres que trabajan, pues se les etiqueta como una mujer que abandona a sus hijos y no les brinda el suficiente cuidado y atención. Asimismo, al terminar su jornada laboral fuera del hogar, tiene que regresar a casa y realizar las labores domésticas y de cuidado. Caso contrario al de los hombres, cuando un padre sale al mundo laboral se le percibe como un buen proveedor, además que dedica muchas menos horas a las tareas domésticas. 

En lo laboral, las mujeres sufren discriminación, acoso, la famosa brecha salarial y el techo de cristal, que no permiten su pleno desarrollo profesional y en cuanto se convierten en madres, estas desigualdades aumentan aún más.

Pocas compañías cuentan con políticas corporativas en pro de las madres trabajadoras. De acuerdo con el ranking de
Mejores empresas para trabajar de Mamá Godín, únicamente el 14% de los puestos de trabajo en México están ocupados por madres. 

En México se necesita reconocer legalmente que dedicarse al trabajo informal no debe ser un obstáculo para disfrutar de derechos laborales, la informalidad sigue siendo trabajo, que tiene una contribución social y económica, con la entrada de la mujer al mercado laboral formal, además de aumentar los ingresos de ellas, se puede obtener una recaudación de impuestos mayor. 

Según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señaló que se obtendrían 2,500 millones de pesos adicionales por concepto del Impuesto sobre la Renta (ISR). 

Sumado a estas situaciones y condiciones que ya existían para las mamás trabajadoras el Covid-19 las afectó en todos los ámbitos, empeoró las desigualdades y aumentó la carga de tareas del hogar y los trabajos de cuidados, provocando que se enfrentaran a dobles y triples jornadas laborales. “Aunque el Estado ha implementado algunas políticas económicas solidarias para afrontar estos momentos, aún hay mucho por hacer para mejorar las condiciones de las madres trabajadoras” añade, Mamá Godín. 

Los derechos laborales, de seguridad social y sus beneficios para las mujeres deberían de dejar de ser un privilegio, especialmente para las que tienen trabajos informales, ya que ellas representan al 40% de la fuerza laboral mexicana, cifra que es una de las más bajas de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).