¿Por qué y cómo combinar el trabajo virtual con el presencial?
Expertos señalan que no debe existir una misma política de trabajo remoto para todos dentro de una compañía pues hay que combinar lo virtual con lo presencial
Laboral
El trabajo presencial cambió con la llegada de la pandemia y aquellos que tuvieron la oportunidad de comenzar a trabajar vía remota lo hicieron sin pensarlo dos veces, lo cierto es que a más de un año del cierre de oficinas, algunas empresas han comenzado a regresar de manera física a sus espacios, combinando el escenario virtual con el presencial.
Mantener modelos híbridos de trabajo dentro de las organizaciones es necesario para seguir preservando la salud de los empleados no solo física, sino también mental, sobre todo porque los colaboradores quieren volver a convivir, de hecho, una encuesta de PwC de mayo de 2021, mostró que el 68% de los trabajadores quería ver a sus compañeros tres días o más, mientras que solo el 29% manifestó querer seguir en home office de manera permanente.
Al respecto, Robert Pozen, profesor de la Escuela de Administración de empresas del Instituto Tecnológico de Massachussets, explicó el proceso que deben seguir las empresas para realizar un “proceso armonioso” entre mantenerse en el teletrabajo y regresar al trabajo presencial.
El experto señaló que aquellas áreas “con mayor componente colaborativo deberían pasar más tiempo en la oficina”, mientras que las funciones con mayor introspección en casa, resaltando que “no debe existir una misma política de trabajo remoto para todos dentro de la misma organización”, ya que las responsabilidades y necesidades son diferentes para cada puesto.
Pozen detalló en que la decisión de quien regresa a oficina y quién no debe tomarse en equipo y considerando cinco elementos: “Función, Ubicación, Organización, Cultura y Agendamiento”, pues, por ejemplo, obligar a personas a desplazarse para estar en una reunión no vale la pena.
Asimismo, se debe considerar si los equipos se benefician de reunirse con más frecuencia, además de adoptar la cultura organizacional, clave para entender el mismo lenguaje e ir en la misma dirección de la compañía, promoviendo “espacios físicos y cognitivos sin agenda con el objetivo de mejorar el relacionamiento de los empleados”.
Por otro lado, es necesario tener “un propósito definido” respecto a la asistencia de los empleados a la oficina de manera que se aproveche la interacción, enfocándose en los encuentros directos y frecuentes entre jefe y colaborador para que cada encuentro concluya con compromisos y pasos a seguir.
Además, el académico enfatizó en que no hay que olvidar “definir metas para cada empleado y ayudar a que se cumplan” a través de indicadores claros, tomando en cuenta que permanecer “en la virtualidad trae costos que van desde la dificultad de construir objetivos comunes, hasta el fortalecimiento de la sensación de permanencia”, por lo que es necesario combinar los dos escenarios (virtual y presencial).