Tras la pandemia, las empresas en México se enfrentan a la inestabilidad e intranquilidad de sus colaboradores por el alto nivel de desempleo alcanzado durante 2020, así como a los elevados índices de violencia, pobreza y estrés, problemas que dieron pauta al fraude laboral, la baja productividad y la rotación.
Durante la contingencia sanitaria, la frase “el fin justifica los medios”, se convirtió en uno de los principales riesgos de integridad para las compañías, pues según el estudio: “Covid-19: Impacto en el comportamiento y conducta de los colaboradores” de Intelab, esto incrementó la toma de malas decisiones o fraudes dentro de las organizaciones por empleados de confianza.
El estudio realizado a más de 200 mil personas en 2020 y 2021, mostró que a finales del año pasado, el 40.3% de la población del país se encontraba en pobreza laboral, con un notable deterioro en la ética del sector financiero, que pasó de 66% en 2020 a 76 en 2021, el industrial que llegó al 84% y el logístico que registró un 70% de deterioro.
Fraude laboral y otros riesgos conductuales
Fernanda Zenizo, directora general de Intelab, reveló que el 50% de la población analizada tienen dificultad para juzgar con objetividad sus decisiones, acciones y consecuencias, por lo que, entre los principales riesgos conductuales están:
- la toma de malas decisiones, el fraude o comisión de ilícitos
- la falta de confidencialidad en el manejo de información
- el bajo nivel de bienestar que se elevó de 50% a 53% del 2020 al 2021
- dificultad en el manejo de tensión y bajo autodominio en situaciones de crisis que aumentó del 25% a 35% de 2020 a 2021
La experta expuso que suelen ser los empleados con cinco o 10 años de antigüedad, quienes, con la justificación de un “acto de justicia” por la falta de reconocimiento de la compañía, cometen ilícitos que cada año provocan pérdidas de hasta 150 mil pesos, convirtiéndose en la segunda causa de cierre de las MiPymes en América Latina.
Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano, quien asistió a la presentación del estudio, compartió que durante la pandemia se registró una “mayor frustración en los colaboradores”, y aquellos que cometieron un delito en una empresa, fueron “más propensos a caer en la impunidad” y a repetirlos.
Fortalezas a destacar en la pandemia
El análisis de Intelab detalló en que, pese a las malas prácticas por parte de los colaboradores, destacaron fortalezas desarrolladas por las personasen en los sectores:
- financiero: 98% integridad para resistir intentos de extorsión o soborno, 97% respetar y obedecer a la autoridad, 93% resistencia para implicar a terceros en conductas ilícitas, 94% capacidad para prevenir problemas personales y daños patrimoniales y 88% compromiso con las metas y objetivos
- industrial: 95% integridad para resistir intentos de extorsión o soborno, 93% respetar y obedecer a la autoridad, 88% resistencia para implicar a terceros en conductas ilícitas, 94% capacidad para prevenir problemas personales y daños patrimoniales y 89% firmeza para evitar intentos de manipulación.
- logístico: 98% integridad para resistir intentos de extorsión o soborno, 98% respetar y obedecer a la autoridad, 93% cumplir las normas, políticas y reglas de conducta, 92% compromiso con la meta y objetivos y 97% capacidad para prevenir problemas personales y daños patrimoniales
¿Cómo reducir los riesgos?
En su intervención, Fátima Massé, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), aseguró que las empresas necesitan invertir en el talento en torno al bienestar emocional, ofrecer condiciones más flexibles y “fomentar conductas íntegras con talleres de sensibilización, mejores protocolos y mecanismos de denuncia”.
Asimismo, Zenizo compartió algunas recomendaciones que las empresas pueden implementar para reducir los riesgos asociados al fraude laboral, baja productividad y rotación:
- medir, fomentar, recordar y reforzar mediante cursos, talleres o campañas internas de comunicación, temas en torno a valores y ética para que los colaboradores distingan lo correcto de lo incorrecto, el respeto a la propiedad e integridad de los demás y la importancia de la confidencialidad de la información laboral
- implementar estrategias más eficaces de selección y gestión de talento, y reforzar los controles y procesos de la organización
- medir el riesgo y fomentar el valor de hacer lo correcto a través de una comunicación de calidad y confianza con los colaboradores y brindarles apoyo en caso de necesitarlo
- brindar capacitación constante de las normas y códigos de conducta empresarial, enfatizando las sanciones en caso de incumplimiento
- medir el riesgo y fomentar una cultura en contra del fraude laboral, se recomienda la Firma de Acuerdo de confidencialidad
- incentivar la denuncia de actos sospechosos, informar frecuentemente sobre los medios y mecanismos de denuncia, garantizando la confidencialidad del denunciante
- brindar retroalimentación y comunicación abierta sobre el estado de la empresa, brindar salario emocional, reconocimiento al desempeño y flexibilidad laboral
- acercamiento por parte de los líderes con su personal y establecer campañas de salud y talleres que incluyan manejo del estrés y meditación
- propiciar más interacciones entre los colaboradores, reconocer y valorar el buen desempeño y mostrar disponibilidad para escuchar y ayudarlos, con las medidas de sana
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