Entender y utilizar adecuadamente los contratos laborales previstos en la LFT puede ser un reto para los patrones en México. Si los emplean incorrectamente, les pueden generar además del finiquito de las prestaciones devengadas, gravosas consecuencias, como el pago de una indemnización de tres meses de salario y la prima de antigüedad.
Por ello, es esencial que los patrones conozcan el tipo de contrato que mejor se adapte a las necesidades laborales. La LFT ofrece diversos tipos, los de: por tiempo determinado, indeterminado, por obra determinada, de capacitación inicial, y de temporada.
Cada contrato tiene características específicas que deben ser evaluadas cuidadosamente para su correcta elección.
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Riesgos de no celebrar un contrato laboral correcto
Por ejemplo, el contrato por tiempo indeterminado se utiliza para funciones constantes y ordinarias en la empresa, y por regla general, se emplea para contratar a los trabajadores.
En contraste, el contrato por tiempo determinado, según el numeral 37 de la LFT, está diseñado para reemplazar a un empleado en ausencia temporal, o para llevar a cabo actividades extraordinarias de la empresa que excedan su capacidad habitual o que no se repetirán.
Aunque este último tipo de contrato puede parecer flexible, es importante recordar que su uso incorrecto puede derivar en problemas legales. Ello porque eludir los derechos laborales de los trabajadores puede llevar a un despido injustificado y, por consiguiente, al pago de la indemnización constitucional. Un ejemplo de mal uso es cuando se utiliza para poner a prueba a un colaborador durante tres meses y luego proporcionarle un contrato indeterminado.
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