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La depresión y ansiedad disminuyen la productividad y generan pérdidas millonarias a empresas en México
La salud mental en el trabajo dejó de ser un tema secundario para convertirse en un factor decisivo en la productividad global. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de ansiedad y depresión provocan pérdidas de 12 mil millones de días laborales al año, lo que representa más de 1 billón de dólares para las empresas de todo el mundo.
En el caso de México no es distinto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que las pérdidas por productividad derivadas del estrés y la ansiedad alcanzan los 16 mil millones de pesos anuales, una cifra que refleja la urgencia de implementar estrategias preventivas para los colaboradores.
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México entre los países más presionados laboralmente
El estrés se convirtió en una constante en el entorno laboral mexicano. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 75% de los trabajadores presenta signos de fatiga por estrés, lo que ubica al país entre los tres primeros de la OCDE con las jornadas laborales más extensas del año, superando las 2,200 horas. Esta sobrecarga tiene efectos visibles como el aumento de ausentismo, menor productividad y deterioro del bienestar emocional.
Asimismo, un estudio de Affor Health sobre salud mental laboral en México refuerza la tendencia al identificar que cuatro de cada diez empleados viven niveles severos de estrés, uno de cada cuatro padece ansiedad y el 33% presenta síntomas de depresión. Además, solo el 10% cuenta con acceso a atención psicológica especializada, mientras que casi la mitad de los trabajadores reportó tensión constante en su entorno laboral. En sectores como alimentos y construcción, las afectaciones psicológicas alcanzan entre 51% y 68% de la fuerza laboral.
El costo de ignorar la salud mental en el trabajo
El deterioro emocional no solo afecta la calidad de vida de los empleados, sino también la rentabilidad de las empresas. La OMS calcula que por cada dólar invertido en programas de salud mental, las organizaciones obtienen un retorno promedio de cuatro dólares. No obstante, la Guía de Bienestar Integral 2025 de Edenred México muestra que tres de cada cuatro trabajadores aún no participan en programas de bienestar o prevención que podría reducir estas cifras.
“Cuidar la salud emocional del personal ya no es una acción opcional, es una estrategia de sostenibilidad para las empresas”, señala Karina García, Head of Talent Development & Total Reward en Edenred México.
En este sentido, la especialista destaca que las organizaciones que implementan programas de bienestar logran aumentar la satisfacción laboral entre 25% y 35% y reducir la rotación hasta en 20%.
Entre las estrategias que los expertos en capital humano identifican para reducir este problema se centra en tres líneas de acción prioritarias, las cuales son:
- Prevención y detección temprana: aplicar diagnósticos y capacitaciones que identifiquen signos de ansiedad o agotamiento.
- Apoyo emocional accesible: ofrecer líneas de atención psicológica, acompañamiento profesional y plataformas digitales de asistencia.
- Equilibrio vida–trabajo: establecer políticas de desconexión, horarios flexibles y programas de reconocimiento.
Esto refleja que invertir en salud mental no solo mejora la productividad, también construye entornos más humanos y sostenibles. En un contexto donde la competitividad depende del talento, el bienestar emocional se convierte en el verdadero motor del crecimiento empresarial.