En 2017 había 11.73 millones de trabajadores independientes, es decir, uno de cada cinco trabajadores en México. Sin embargo, un bajo porcentaje de ellos cuenta con ahorro para el retiro; por ejemplo, desde la creación de “Afore Móvil” solo 15,000 personas se enrolaron.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) explicó que esto se debe a que sus ingresos suelen ser más inestables que los de los trabajadores asalariados, lo que les dificulta llevar a cabo aportaciones voluntarias de forma sistemática.
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Aunque no es privativo de este tipo de trabajadores, la falta de educación financiera, su preferencia por la liquidez, la inercia y dilación en la toma de sus decisiones, así como el desconocimiento del sistema financiero, les impide tomar el control de una planeación financiera de largo plazo.
No conocen los beneficios que ofrece contar con una Afore, entre los que destacan los incentivos fiscales que contempla la legislación para quien realiza ahorro voluntario.
La enorme dificultad de abrir una cuenta Afore para trabajadores independientes hacía virtualmente imposible contar con una.
Sin embargo, este sector adquiere servicios de seguridad social entre las opciones que ofrece el mercado, por ejemplo adquisición de seguros de vida, servicios médicos, guarderías privadas.
Por ello la Consar puso a disposición nuevos canales para abrir una nueva cuenta individual en solo unos minutos, con la posibilidad de realizar ahorro voluntario desde una cuenta bancaria o incluso domiciliarlo y realizar aportaciones de manera fácil (tiendas de conveniencia, farmacias, supermercados, pequeñas tiendas).
No obstante el organismo evidenció que es necesario dar pasos firmes en ampliar su cobertura pensionaria. Incentivar a que los trabajadores independientes, vía un esquema de enrolamiento automático, participen en el SAR podría ser un primer paso en esa dirección, tomando como ejemplo la estrategia chilena.