Hace poco se dio a conocer que un juzgado de lo social de Madrid determinó que los repartidores conocidos como rider que trabajaron para Deliveroo, son sujetos asalariados y no autónomos, señalando que en la prestación de los servicios prevalecían condiciones propias de un vinculo laboral.
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Ello porque se acreditó que los repartidores tenían instrucciones que establecían con toda precisión las condiciones bajo las cuales debían prestar el servicio, mismas que la empresa comprobaba y evaluaba. De ahí que la compañía debió darlos de alta en el régimen general de la seguridad social español pagando las cotizaciones correspondientes.
Ante supuestos como este, surge la duda sobre qué personas son sujetos de aseguramiento al Régimen Obligatorio del Seguro Social (ROSS).
El numeral 12 fracción I de la LSS señala que toda persona que preste, en forma permanente o eventual, a otras de carácter físico o moral o unidades económicas sin personalidad jurídica, un servicio remunerado, personal y subordinado, cualquiera que sea el acto que le dé origen, es sujeto de aseguramiento al ROSS.
Debido a esto, es menester que las empresas ofrezcan servicio de entrega a domicilio a sus clientes, y no deseen caer en la hipótesis del artículo 12 citado, se limiten a contratar un servicio de transporte en el que lo esencial sea la entrega, y no imponer las formas de cómo deben llevar a cabo su prestación.
La STPS, encabezada por Luisa María Alcalde Luján, admite que aún no es claro el régimen jurídico de subordinación de este tipo de empleos.
No obstante, los repartidores de aplicaciones como Uber Eats, Rappi, SinDelantal, entre otras, actualmente pueden acceder a la seguridad social; siempre y cuando estén inscritos en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
Ello, porque las empresas operadoras de dichas plataformas señalan que los repartidores se integran a las mismas bajo el esquema de prestadores de servicios independientes que buscan un ingreso adicional en un horario flexible, toda vez que no tienen una jornada laboral establecida y prestan el servicio directamente a los usuarios que solicitan los productos, en tanto que la app únicamente es la conexión entre ambos.
De ahí que la afiliación de estos individuos es voluntaria y como trabajadores independientes (modalidad 44).
