Los fondos para el retiro son instrumentos financieros de inversión a largo plazo y para poder sobrevivir deben empezar a ampliar su cartera en materia de proyectos ASG (ambiental, social y de gobernanza), afirmaron expertos de Afore Banorte XXI, Cuatrecasas y Chapter Zero.
En el conversatorio organizado de manera conjunta con las tres instituciones, David Razú, director general de Afore XXI Banorte, aclaró que no solo las Afores sino que todos los inversionistas tienen que reconceptualizarse, aun cuando la autoridad no lo exija.
“Todo lo que tiene que ver con ASG no es otra cosa, desde el punto de vista más técnico, más frío, más de numeros, que una herramienta de mitigación de riesgos, porque todo lo que considera ASG, justo si no lo haces, se va a convertir en la materialización de un riesgo”, destacó.
Explicó que esto es porque más allá de todo se trata de inversiones responsables, de hecho, puntualizó que cuando los fondos de inversiones ponen su capital en este tipo de proyectos supone mejores rendimientos.
“Las inversiones que tienen un componente serio de ASG son inversiones que en el largo plazo, que es mi negocio, fondos de pensiones, tienden a dar mejores rendimientos”, subrayó.
Por ello, recalcó, en el caso específico de las Afores, apostar por estos supone garantizar de alguna manera que los recursos de los trabajadores continúen creciendo en tanto el modelo de negocio difícilmente fracasará ante una crisis climática o ambiental.
En ese sentido la directora general de Chapter Zero México, Jimena Marván, aseveró que si bien esto requiere de una serie de cambios en materia de operación, culturales e incluso de reglamentación en el corto plazo, los beneficios a largo plazo valdrán la pena.
“La sostenibilidad es un camino que se vive y se materializa en el corto plazo en términos de que hay que saber que vamos dando pasos sólidos y acciones que se van concretando, pero que los cambios los ves en el largo plazo”, reiteró.
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¿Qué son los criterios ASG?
También conocidos como ESG (por sus siglas en inglés environmental, social and governance) se refiere a una serie de características que buscan un impacto positivo en el mundo, BBVA detalló que se refiere a:
La E de Environmental engloba el efecto que la actividad de las empresas tiene en el medioambiente, de forma directa o indirecta
La S de Social incluye el impacto que una determinada empresa tiene en su entorno social, en la comunidad
La G de Governance alude al gobierno corporativo de la empresa. Por ejemplo, a la composición y diversidad de su Consejo de Administración, las políticas de transparencia en su información pública. También a sus códigos de conducta
Ahora bien, en el mundo de las finanzas, empresas e inversionistas empezaron a darse cuenta de la importancia de que su capital estuviera en proyectos que se preocupan en el medio ambiente a partir de la segunda década del siglo 21, precisamente luego de la firma del Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global.
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No obstante, el interés en esto cobró auge luego de la pandemia por Covid-19, de acuerdo con Marván.
“Nosotros lo vimos impulsarse de manera muy distinta a partir de Covid, lo que sensibilizó al sector financiero mucho, fue darse cuenta que había una crisis climática que no entendíamos qué impacto tenía para el sector financiero y de repente una pandemia y dijeron: esto se puede parecer mucho a lo que vamos a enfrentar en la crisis climática”, destacó.
Lo anterior, apuntó generó en el sector financiero una necesidad de medir, estudiar y entender el medio ambiente donde te afecta y dónde tu lo afectas a él para elegir el portafolio de inversiones y de ahí tomar decisiones.
