Si sacrificaste tu carrera por atender a otras personas, no sacrifiques también tu retiro. Aprende cómo evitarlo
El 40% de las Cuentas Individuales administradas por las Afores en México pertenecen a mujeres, no obstante, un porcentaje significativo de estas mujeres enfrenta mayores desafíos para mantener la continuidad en su seguridad social. Esto se debe a interrupciones en sus aportaciones de ahorro para el retiro, a menudo causadas por pausas en su trayectoria profesional relacionadas con la maternidad, el empleo informal y el cuidado de familiares.
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¿Cuál es el impacto de no cotizar?
Para tener acceso a una pensión, tanto el IMSS como el ISSSTE solicitan distintos requisitos, como la constancia de semanas cotizadas en un trabajo formal. Debido a esto, si existen períodos considerables sin cotización, surge la probabilidad de que no se consigan las semanas necesarias. En el caso de la Ley del 73, se requieren 500 semanas cotizadas, mientras que en la Ley del 97, 850, aunque, en conformidad con el boletín, se prevé que lleguen a 1,000 semanas para 2031.
De acuerdo con el comunicado, es común que muchas mujeres no consigan el mínimo y, aún si lo logran, el monto de la pensión puede llegar a ser muy bajo. Otro efecto negativo, es que el bajo número de aportaciones puede provocar que el saldo acumulado en la Cuenta Individual decrezca, y como consecuencia de ello, las pensiones que reciben oscilarían entre los $3,600 y $10,800 pesos mensuales máximo, teniendo en cuenta factores como la edad al retirarse, el saldo registrado y las semanas cotizadas.
¿Cómo compensar lo perdido?
Sura informó que, si te encuentras en esta situación y frenaste tus cotizaciones durante varios años, existen métodos para recuperar semanas e incrementar el ahorro en tu Cuenta Individual, como realizar aportaciones o ahorros voluntarios (lo que te permite hacer crecer tu dinero de manera segura sin necesidad de un empleo formal, pero además te da la oportunidad de acceder a él en caso de un imprevisto).
¿No cuentas con un empleo formal?
Si este es tu caso (en otras palabras, no tienes un empleador que lleve a cabo aportaciones patronales a tu cuenta de Afore), puedes recurrir a las contribuciones voluntarias y hacerlo de forma directa dependiendo de tu modalidad:
Modalidad 40: si ya cotizaste antes y por alguna razón dejaste de hacerlo, esta opción es ideal para ti. Te permite mejorar significativamente tu futura pensión al incrementar tanto el número de semanas cotizadas como el monto de tu pensión. Recuerda que solo puedes acceder a ella dentro de los cinco años posteriores a tu última cotización
Modalidad 10: si eres trabajadora independiente, esta modalidad es una excelente alternativa. No solo eliges el salario con el que deseas cotizar, sino que también te brinda acceso a servicios médicos. Así, mantienes todos tus derechos de seguridad social, incluyendo la atención médica del IMSS
Es importante saber que el Ahorro Voluntario no “compra” semanas cotizadas. Para recuperar las semanas de cotización perdidas, las mujeres deben reincorporarse a la seguridad social y reanudar sus aportaciones. La forma de hacerlo depende del tiempo que hayan estado sin cotizar. Si la interrupción es inferior a tres años, las semanas previas se recuperan automáticamente al retomar el trabajo o la cotización. Sin embargo, si han pasado más de seis años sin cotizar, es indispensable acumular al menos 52 semanas (un año completo) de trabajo o cotización voluntaria.