La Cámara de Comercio de Estados Unidos, el grupo de empresarios más grande del país, inició este 2 de julio una campaña de oposición a la política arancelaria de Donald Trump.
A pesar de que esta asociación era generalmente un aliado de los republicanos afines al actual presidente, argumenta que su estrategia está poniendo al comercio internacional en riesgo de guerra, lo que impactaría en los bolsillos de los consumidores estadounidenses.
“El Gobierno está amenazando con poner en riesgo el progreso económico que trabajó tan duro para lograr”, dijo el presidente de la cámara, Tom Donohue.
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La Cámara de Comercio, que tiene tres millones de miembros, trabaja históricamente cerca de los presidentes republicanos estadounidenses y apreció la medida de recortes impositivos a las empresas que Trump anunció en diciembre. Pero la creciente tensión comercial ha generado diferencias con el presidente.
En contexto, Trump implementó aranceles por valor de miles de millones de dólares a la importación de productos provenientes de China, México, Canadá y la Unión Europea, argumentando que esas medidas son necesarias para compensar los desequilibrios comerciales. Mismas que los países afectados comenzaron a responder con represalias.
Al respecto, la Cámara de Comercio indicó que Texas, por ejemplo, podría tener que afrontar 3.9 millones de dólares (mdd) en aranceles de exportación; Tennessee tendría que hacer frente a 1.4 mdd en cargos de exportación y Carolina del Sur, de 3 mdd.
Por lo que la congregación tratará con esta campaña de persuadir al mandatario norte americanos de erradicar las medidas.