La firma del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) contribuyó a reducir la incertidumbre con respecto a la renegociación y modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); sin embargo, todavía debe ser ratificado por los tres países miembros.
Frente a esta realidad en el ámbito del comercio exterior surgen nuevos aspectos clave, ante los cuales las organizaciones necesitan adaptarse e incluso plantear mecanismos que mitiguen o permitan aprovechar el posible impacto en los procesos de negocio para seguir creciendo, por ello KPMG realizó estas recomendaciones.
¿Cómo afrontar los cambios?
Para evaluar el impacto de estas medidas en la cadena de suministro, y adaptarse a los cambios, las empresas necesitan una metodología de planeación orientada a corto y a largo plazo; esta puede segmentarse en cuatro puntos relacionados principalmente con los cambios en las reglas de origen:
1. Análisis de impacto: examinar las consecuencias específicas de las nuevas reglas de origen y de minimis, así como estimar el impacto financiero de cambios benéficos y los que no lo son tanto.
2. Asesoría operacional: identificar y validar los nuevos requerimientos de información para la calificación de origen y configuración de los sistemas existentes, transitando hacia la automatización de procesos, revisando los términos de los contratos e identificando lagunas y riesgos, así como validando clasificaciones arancelarias y costeo.
3. Mitigación y optimización para mejorar resultados: analizar el uso de la regla de materiales intermedios, los ajustes con respecto a las reglas de contenido regional, los cambios en los procesos de manufactura y la relación con los proveedores.
4. Implementación: desarrollar casos de negocio específicos, asegurando los recursos internos y externos necesarios, así como los sistemas y la ejecución de medidas orientadas hacia la eficiencia.