México no puede tener una estrategia de “ojo por ojo” en cuestión de poner aranceles generalizados a productos importados desde Estados Unidos, pues se podría tener efectos negativos y encarecería los productos básicos en el país, pero sí podría aplicarlos de manera estrategia a modo de represalia, afirmó el presidente de TLC Asociados, Octavio de la Torre.
Refirió que la imposición de nuevos aranceles es un “disparo en el pie” para la administración de Donald Trump, toda vez que es un inhibidor para las inversiones.
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Con la posibilidad de tener un gravamen de 5% para todos los productos importados desde México, desde el próximo 10 de junio, el sector manufacturero de exportación podría evaluar irse a otros destinos y se tendría un encarecimiento de los productos en la región de Norteamérica, explicó.
El también integrante del Cuarto de Junto refirió además que esta medida resultaría violatoria del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente y de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Incluso las empresas de la Frontera Norte, que generan empleos para contener la migración hacia Estados Unidos, podrían analizar buscar otras regiones del mundo para producir sus productos”, comentó a través de un comunicado.
Ello porque la economía de Norteamérica está muy integrada y existen productos que pueden cruzar la frontera a Estados Unidos y regresar a México hasta seis veces, lo cual impactaría al sector exportador.
El experto dijo que el equipo negociador mexicano deberá hacer entender al gobierno de Trump la importancia de separar el tema migratorio del comercio internacional, al ser México un aliado y su principal socio comercial.