Muchas personas utilizan las monedas digitales (Bitcoin) como forma de pago "anónima"; sin embargo, existen formas de vinculación entre las transacciones y una dirección electrónica.
La MIT Technology Reviev señaló que “compre lo que compre con sus bitcoins, la compra se puede rastrear específicamente hasta usted”, pues el anonimato no es perfecto.
Refirió que los expertos en seguridad lo denominaron “privacidad seudónima”, lo cual es un símil a un alias; no obstante, cuando se busca preservar la privacidad se debe evitar una relación con el seudónimo.
Originalmente, una de las promesas de pago digital fue el anonimato pero en el momento en que las transacciones realizan, son registradas, publicadas y vinculadas con una dirección web; en tanto que se generan rastreadores y cookies que envían información a terceros sobre los hábitos de navegación.
Dichos rastreadores principalmente envían información identificable de los usuarios (nombre, dirección y e-mail) a Google y Facebook para realizar un seguimiento del uso de las páginas, compras y el uso del internet. Su principal finalidad es el análisis y la publicidad.
Sin embargo, una vez que se filtraron los datos, los gobiernos, las fuerzas de seguridad y cualquier ciberdelincuente pueden recopilarlos y analizarlos fácilmente.
Los investigadores apuntaron que “muchos sitios web mercantiles tienen fugas de información mucho más graves (y probablemente no intencionales) que revelan directamente la transacción exacta en la cadena de bloques a docenas de rastreadores".
Por ello, para ocultar aún más este tipo de operaciones se utiliza el “CoinJoin” el cual agrupa a los usuarios que quieren hacer pagos similares y luego les permite pagar juntos, resultando en un combinado difícil identificar.
Los investigadores concluyeron que “estas defensas pueden ser bastante efectivas, pero están lejos de ser perfectas”.
