Un nuevo caso entre privacidad y seguridad ha tenido lugar en Europa, en esta ocasión, un tribunal belga determinó que Skype es un operador de telecomunicaciones y por lo tanto está obligado a entregar datos a las autoridades en investigaciones criminales.
Microsoft, empresa propietaria de la plataforma de videollamadas perdió una apelación en la que había impugnado la petición de un juez para que se compartiera información sobre un sospechoso en una investigación de crimen organizado. Dentro de sus argumentos, la compañía sostenía que no existía obligación de entregar datos de mensajes y llamadas porque Skype no era un operador de telecomunicaciones.
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En Bélgica las operadoras de telecomunicaciones están constreñidas a proporcionar información a las autoridades, cuando estas lleven a cabo investigaciones criminales. Adicionalmente, el gigante tecnológico pagará una multa de 30 mil euros.
La empresa refería también una imposibilidad material para entregar la información porque se encuentra en Luxemburgo, país en donde la plataforma está basada. Sin embargo, el tribunal refutó dicho argumento y preciso que se debe dar acceso a los datos tan pronto sea posible; la empresa por su parte anunció que intentará tomar otras vías para cambiar esa decisión.
En Estados Unidos, Microsoft enfrenta una situación similar, en donde ella argumenta que la información no está ubicada en suelo norteamericano sino en Irlanda y no es posible compartir esos datos, aunque se trate de una investigación criminal. El gobierno americano quiere tener acceso a los correos electrónicos almacenados en servidores extranjeros. Actualmente, el caso esta pendiente ante la Suprema Corte de ese país.
En Europa este caso sienta un precedente negativo para aquellos que buscan anteponer la privacidad a la seguridad, en particular, desde la óptica de que los gobiernos no buscan perseguir criminales sino obtener información de los ciudadanos.