Luego de que en 2014 Facebook adquiriera la plataforma de mensajería instantanea, “Whatsapp”, las políticas de privacidad de la aplicación cambiaron y de acuerdo con especialistas en ciberseguridad quedaron huecos en la protección de datos de sus usuarios.
LEE: ALISTAN NUEVOS DERECHOS PARA LOS USUARIOS DE TELEFONÍA MÓVIL
En octubre de 2016, la Electronic Frontier Foundation (EFF) emitió una advertencia e identificando cuatro áreas clave de seguridad de WhatsApp:
- respaldos de seguridad no encriptadas, lo que potencialmente deja las versiones no encriptadas de los mensajes en la nube
- notificaciones de cambio de clave opcionales, que informan a los usuarios de una clave de cifrado que cambian solo después de que envían un mensaje, dejándolos vulnerables a un ataque de tercero.
- la aplicación web WhatsApp, proporciona una interfaz HTTPS exponiendo la aplicación a todos los ataques maliciosos que se pueden lanzar contra sitios web.
- compartir datos de Facebook
Asimismo, Elad Yoran, ejecutivo presidente de KoolSpan y CEO de Security Growth Partners, y Jason Straight, SVP en cyber risk solutions y jefe de privacidad en United Lex indicaron que la amplia recopilación y uso de metadatos de WhatsApp es mucho más grande en escala, más diversa, detallada y precisa que sus precedentes, pues entre ellos se encuentran más de mil millones de números de teléfonos celulares de los usuarios, números de identificación de facto que une nuestras huellas digitales en las aplicaciones móviles, la Web, el comercio electrónico, las tarjetas de crédito y más.
Mismos que se combinan con datos de Facebook que incluyen opiniones políticas, información de salud, información sobre familias, amigos y conocidos.
Si bien WhatsApp es una forma conveniente para que los consumidores chateen con sus familiares y amigos, carece de funciones esenciales para que los negocios protejan sus comunicaciones y la privacidad del usuario.
