Tres básicos para que tu Pyme arranque el 2020

El uso de tecnología empresarial puede reducir hasta un 40% las mermas de un negocio

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 .  (Foto: iStock)

Un mejor control de inventarios, a través del uso de herramientas tecnológicas, ayudaría a las pequeñas y medianas empresas a reducir las mermas entre un 30% y 40%, así como sus gastos operativos hasta en un 20%, informó Aspel.

El director general de la firma, Gilberto Sánchez, afirmó que con la incorporación de este tipo de tecnología se eleva la competitividad, ya que proporciona información útil para tomar decisiones inteligentes; además, aumenta la innovación y hace que la administración sea más eficiente, elevando las ganancias y minimizando las pérdidas.

Para que una Pyme pueda avanzar hacia un mayor crecimiento y eleve el porcentaje de éxito, Aspel recomienda poner atención a estos tres procesos administrativos básicos:

1. Manejo de inventarios. Al ser uno de los activos más valiosos de las compañías, la falla en su administración puede derivar en altos costos para el negocio y ponerlo en riesgo de frenar su producción o limitar ventas por exceso de demanda.

Las herramientas que apoyan a los empresarios a controlar efectivamente su abastecimiento, también les permiten conocer en tiempo real existencias y faltantes de mercancía, así como identificar cuál de los productos con los que cuenta es el más rentable.

2. Control de la contabilidad. Registrar las operaciones contables de forma manual o en hojas de datos incrementa la probabilidad de que existan errores u omisiones.

Las aplicaciones dedicadas a este propósito procesan, integran y mantienen actualizada la información contable de la compañía y,  además, proporcionan reportes, documentos y gráficas para evaluar la situación financiera de la organización.

3. Organización de los movimientos bancarios. Una buena gestión bancaria permite conocer la liquidez y flujo de efectivo de la empresa; por ello, es preciso utilizar herramientas con las que se puedan controlar los movimientos de cualquier cuenta, tener a la mano información financiera en todo momento, establecer una programación periódica de los pagos de rentas y servicios, prever gastos e ingresos mensuales, así como conocer de manera clara los saldos reales de cada balance.