La situación de alerta sanitaria por el COVID-19 ha propiciado que la ciberdelincuencia adopte ciertas medidas especiales, pues no ha impedido que esta siga operando, por el contrario, los ciberdelincuentes han intensificado su accionar delictivo, especialmente han proliferado lo que son los fraudes.
Diversas autoridades han identificado la aparición de sitios web falsos para vender productos sanitarios (geles desinfectantes, guantes, mascarillas) que supuestamente serán entregados a la brevedad, una vez realizado el pago, estos artículos nunca llegan. Igualmente, se han ubicado portales que ofrecen una cura para este virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno de los principales blancos, porque por medio de cuentas de correo falsas se manda un correo con información del COVID-19 mediante archivos que una vez descargados contienen o ejecutan programas maliciosos, el mismo personal que labora en la organización ha reportado que han recibido esta clase de correos, que lo buscan es apropiarse de las cuentas reales de los usuarios y de su información.
La descarga de aplicaciones falsas que emplean también un malware para obtener datos bancarios es un hecho bastante recurrente, en especial con aplicaciones que supuestamente muestran información sanitaria o vinculada con la pandemia o que venden productos de prevención y de higiene. También el uso de ciertos mapas interactivos o infografías es usado para esos propósitos.
Para prevenir ser víctima de este tipo de hechos, se sugiere cerciorarse primeramente del origen de los correos electrónicos antes de abrir algún enlace o descargar un archivo o aplicación desconocida.
Justamente con las aplicaciones se sugiere primeramente revisar las evaluaciones y/o recomendaciones que otros usuarios han hecho para verificar si realmente no son estafas. Desconfiar y advertir sobre sitios que ya se han identificado como mecanismos de la ciberdelincuencia y de aquellos que ofrecen soluciones inmediatas a problemas graves.
