Se le llama juicio de desahucio al procedimiento jurisdiccional a través del cual se solicita la desocupación de un inmueble arrendado por el incumplimiento en el pago de la renta convenida.
Una vez admitida la demanda, se requiere al arrendatario para que justifique estar al corriente en el pago de las rentas reclamadas o haga pago de ellas; de lo contrario, se le previene para que en término de 30 días (para casa habitación), 60 días (giro mercantil o industrial) o 90 días (finca rústica) proceda a desocuparlo, apercibido de ejecutar el lanzamiento a su costa si no lo efectúa.
Este tipo de juicio no se reconoce en todas las entidades y su regulación varía en cada código local de procedimientos civiles, pero generalmente puede tramitarse a partir de que existen dos mensualidades vencidas.
Mediante este procedimiento también puede reclamarse el pago de las mensualidades pendientes y las que se sigan generando hasta la desocupación del inmueble; no obstante, no es posible exigir el pago de otras prestaciones accesorias como las cuotas de mantenimiento, servicios o la pena convencional, porque el objetivo principal de este juicio es el lanzamiento del inquilino que incurre en mora y no el cumplimiento forzoso del contrato.
