La agencia calificadora Fitch Ratings ratificó la calificación crediticia de México en “BBB-” con perspectiva estable, lo que indica que la calificación se mantiene en la categoría de grado de inversión.
Fitch destacó en un comunicado que "el marco de políticas de México sigue siendo una fortaleza" y que en su evaluación abonó a la calificación “el historial de políticas macroeconómicas prudentes, creíbles y consistentes”, lo que refleja una sólida capacidad y flexibilidad institucionales.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destacó que esto se debe a “la prudencia fiscal y las acciones que ha llevado a cabo para mejorar el marco de administración tributaria han contribuido a contener con éxito los desbalances económicos”.
La dependencia enumeró algunas acciones, por lo que de acuerdo con ellos Fitch, otorgó dicha calificación crediticia.
Las medidas implementadas para favorecer la reactivación de la economía, dentro de un ámbito de prudencia fiscal, están apoyando la recuperación económica.
El trabajo con el sector privado para reactivar la inversión y el ahorro, así como los acuerdos comerciales estratégicos, ayudan a impulsar el crecimiento del país.
Como muestra de lo anterior están el anuncio reciente de un primer paquete de proyectos de infraestructura por 1.3% del PIB, la reforma de las pensiones y la entrada en vigor este año del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Hacienda aseguró que “refrenda su compromiso con la prudencia fiscal y políticas macroeconómicas sólidas, que abonen a una reactivación económica sostenida”.
