El crecimiento de las redes sociales en los últimos años ha sido inimaginable, la presencia de la pandemia intensificó la dependencia tecnológica y ha obligado que la interacción virtual se incremente todavía más.
Ello abonó a que problemas como la ciberdelincuencia también creciera, ya que la incipiente o nula regulación han permitido que las consecuencias sean mayores. Algo que ha adquirido notoriedad en meses pasados es la exhibición de delitos en redes sociales.
Las redes sociales son como un “martillo”, pues sirven tanto para construir como para destruir, en este caso es más para destruir, pues se está transformando en una práctica común que en plataformas como Instagram y TikTok se difunda la comisión de delitos.
Es sabido que en las redes sociales se utilicen para cometer delitos. Instagram suele emplearse como un medio de captación en potenciales casos de redes de trata de personas. Los delitos contra la identidad digital (robo, suplantación y/o usurpación) son constantes, al igual que los ciberfraudes o aquellos que atentan contra la privacidad, intimidad y demás.
Lo que sucede es que ahora se comparten videos, cuya duración puede ser variable (dependiendo la forma de “compartir” de la plataforma) y se muestran hechos delictivos. Algo similar a lo que sucedió en su momento con el desafortunado episodio de Christchurch, Nueva Zelanda donde un atentado terrorista fue transmitido en directo por Facebook Live. Y aunque las diferentes redes sociales han tratado de solventar la situación por cuenta propia suspendiendo o restringiendo a los usuarios que comparten ese contenido, la medida resulta insuficiente gracias a la posibilidad de que los individuos pueden tener una multiplicidad de perfiles sin limitación alguna.
A nivel mexicano la regulación es muy rampante porque existen entidades que dan un particular tratamiento a determinadas conductas y otras que no lo hacen por lo que se entra en un gran limbo al momento de intentar perseguir y sancionar este tipo de hechos.
Recientemente, algunos legisladores se han pronunciado por la necesidad de regular las redes sociales, haciendo hincapié en los temas de censura y libertad de expresión. Sin embargo, ello no será una tarea sencilla, ya que los legisladores deberán tomar en cuenta estos aspectos también para poder contar con un ordenamiento acorde con el contexto actual, labor nada simple.
En IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral se han tratado parte de los problemas que generan los ciberdelitos en la ¿(Ciber)delincuencia organizada? disponible en nuestro portal.
