Banco Mundial pide hacer frente a crisis educativa en AL

Luego de 10 meses sin clases, 71% de los estudiantes de los primeros años de la escuela secundaria pueden no ser capaces de comprender adecuadamente un texto

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 .  (Foto: iStock)

A raíz de la pandemia de COVID-19, la región de América Latina y el Caribe atraviesa en la actualidad una crisis educativa sin precedente que requiere actuar ya, para mitigar e incluso revertir sus efectos, de acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial.

Debido al cierre masivo de escuelas, a febrero de 2021 alrededor de 120 millones de niños en edad escolar habían perdido o corrían el riesgo de perder un año completo presencial del calendario escolar, con graves impactos educativos, advierte el informe Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños: Los costos y la respuesta ante el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sector educativo de América Latina y el Caribe.

Según la publicación, es imprescindible actuar de manera urgente a fin de revertir la situación. Los países de la región deben prepararse para la reapertura segura y efectiva de las escuelas a nivel nacional, con el financiamiento necesario y las herramientas para que puedan abrir sin inconvenientes.

De acuerdo con el informe, luego de 10 meses (un año escolar) sin clases, 71% de los estudiantes de los primeros años de la escuela secundaria pueden no ser capaces de comprender adecuadamente un texto de moderada extensión. Antes de la pandemia la cifra era de 55%. Y si los colegios permanecen cerrados por otros tres meses, el porcentaje ascendería a 77%.

Más aún, estas pérdidas no son iguales para todos los sectores sino que afectan principalmente al quintil inferior en la escala de ingresos, lo que según el informe podría haber ensanchado en un 12% adicional la ya elevada brecha socioeconómica en materia de resultados educativos.

Esta es la peor crisis educativa jamás vista en la región y nos preocupa que podría tener consecuencias graves y duraderas para toda una generación, en especial entre los sectores más vulnerables”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

A futuro, la enorme pérdida de educación, capital humano y productividad se podría traducir en una caída de ingresos agregados a nivel regional de 1,7 billones de dólares, o aproximadamente 10% del cálculo base.

A estos impactos negativos se añaden la posibilidad de que las deserciones escolares se incrementen por lo menos en 15% debido a la pandemia y, también, a la interrupción de servicios que muchos niños recibían en las escuelas, como los programas de alimentación escolar, que beneficiaban a 10 millones de estudiantes en la región. El cierre de las escuelas concluye el informe, tiene consecuencias físicas, psicológicas y emocionales dramáticas para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.