Tras más de un año de pandemia los gobiernos parecen estar decantándose por la vacunación masiva como la vía ideal para intentar regresar a la anterior normalidad. En la búsqueda de ese fin, algunas autoridades han implementado diferentes medidas que van desde lo curioso hasta el extremo.
Desde hace unos días en Estados Unidos se ha intentado motivar a las personas “reticentes” a la vacunación con loterías y premios (pudiendo conseguir hasta un millón de dólares, becas universitarias, armas, camiones, licencias, etc.). Un esfuerzo “curioso” que pudiera tener resultados provechosos.
Sin embargo, en otras latitudes se ha optado por el “extremo”, en la provincia pakistaní de Punyab (una de las más pobladas del país) se determinó que los ciudadanos que se nieguen a vacunar serán sancionados con la desactivación de su tarjeta SIM.
Medida bastante agresiva, ya que en varias zonas de Pakistán el smartphone es el único dispositivo con el que las personas tienen acceso a Internet.
Hasta ahora se sigue discutiendo la medida entre el Departamento de Atención Sanitaria de la provincia y sus similares nacionales y las correspondientes en materia de telecomunicaciones, pero parece que sí será implementada una vez que se fije una fecha límite para aceptar la vacuna.
En otras regiones del país asiático a los funcionarios públicos se les ha retenido el salario hasta en tanto no se vacunen. En el país existe mucha reticencia por la vacunación debido a que en su momento Osama Bin Laden fue identificado y abatido por elementos de la CIA gracias a una campaña de vacunación falsa que sirvió para recopilar datos.
