Los fraudes cibernéticos, y el robo de identidad aumentaron a raíz de la pandemia, pues, así como incrementó la actividad económica en línea, las interacciones digitales fraudulentas aprovecharon este auge para cometer actos ilícitos que los bancos deben atender para proteger el patrimonio y seguridad de sus clientes.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) evidenció que, de enero a julio de 2021, se reportaron 8,883 transferencias electrónicas no reconocidas, lo que significa un incremento del 115.7% respecto al mismo periodo de 2020.
El presidente del Consejo de Administración de Biometría Aplicada, Adolfo Loera, aseguró que, en este año, las cifras “ya muestran la tendencia que se está dando a nivel mundial, con un incremento de entre un 30 y un 35% en el cibercrimen”.
En tanto, el director de Análisis de Servicios y Productos Financieros de la Condusef, Jesús Chávez, agregó que para este año se esperan incrementos en quejas sobre fraudes por transacciones electrónicas no reconocidas y comercio electrónico, poniendo como ejemplo las estafas telefónicas donde alguien se hace pasar por un representante del banco para solicitar datos como “el número de tu tarjeta, el Número de Identificación Personal (NIP) y el código de seguridad (CVV o CVC) bajo el argumento de que han identificado una actividad extraña en tus cuentas”, y así, con dicha información roben dinero de las cuentas.
En ese sentido, Chávez agregó que es una prioridad que los bancos comiencen a velar por la seguridad de sus clientes, por lo que es necesario adoptar el uso de biométricos en el sistema financiero, una tecnología que tiene un costo global de 6 billones de dólares este año, de acuerdo con Cybersecurity Ventures -Programa de Aceleración Internacional de start-ups de ciberseguridad-.
Los datos biométricos es la información que permite identificar la identidad de una persona, por ejemplo, su nombre completo, su ADN, su fecha y lugar de nacimiento, el iris de sus ojos, su CURP o clave de elector, las líneas que forman tu huella dactilar, las facciones de su rostro y hasta el tono de su voz.
Adolfo Loera, indicó que es necesario que las instituciones financieras comiencen a beneficiarse de la tecnología financiera en la que están invirtiendo sobre tecnología biométrica, buscando soluciones como Identitum o EMI Plus, de Biometría Aplicada, de manera que se use para el otorgamiento de créditos, disposición de efectivo en cajeros y ventanillas, así como a las transacciones electrónicas y validación de compras por Internet.
Además, el experto señaló que dicha tecnología, también puede ayudar al onboarding digital, donde los clientes concluyen sus trámites y firman contratos sin visitar las sucursales, lo que finalmente ayudará a evitar fraudes.
