Más de un millón de pequeñas y medianas empresas (Pymes) cerraron cuando llegó la pandemia porque no estaban preparadas para atender las nuevas necesidades que surgieron a raíz de la emergencia, sobre todo en materia de infraestructura y es que cuando las organizaciones intentaron llevar sus funciones al trabajo a distancia, en algunos casos se dificultó el trabajo y la comunicación entre empleados, además se vulneraron y estuvieron en peligro la los datos de las organizaciones.
A finales de 2020, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que desaparecieron 1 millón 10 mil 857 negocios, y con la prolongación de la emergencia sanitaria, se espera que para el cierre de este año la cifra aumente, a menos que las organizaciones tomen cartas en el asunto, convirtiendo a la tecnología en su mejor aliada.
Ahora que la Nueva Normalidad se hace presente y tomando en cuenta los tiempos tan volátiles en los que nos encontramos, las compañías necesitan readaptarse y estar preparadas ante cualquier eventualidad para así mantenerse vigentes ya sea en el trabajo remoto o presencial, para ello, requieren de la adopción de un sistema de gestión que facilite sus procesos de trabajo en equipo y sobre todo, que proteja su información de terceros.
¿Cómo atender la ciberseguridad de las empresas?
Al trabajar en oficina los servidores cuentan con mayores niveles de seguridad y se cierra el paso a los ciberataques, pero cuando el trabajo se traslada a la casa, aun cuando a principios de este año se modificó la Ley Federal del Trabajo y se estableció que las compañías tienen que proporcionar, instalar y encargarse del mantenimiento de los equipos para el teletrabajo, en muchos lugares esto no se ha respetado, por lo que los niveles de seguridad son menores.
Al respecto, Carlos Kamimura, director de Alianzas para Latinoamérica de monday.com, dijo a IDC que al enviar a los empleados a trabajar en casa, se necesita de un programa que permita controlar el acceso y registro de la información de la organización y una manera de hacerlo son las herramientas de colaboración digital que tienes los sistemas operativos de trabajo.
Estas plataformas no solamente permiten al empleado hacer su trabajo, a cualquier hora y en cualquier lugar, sino también colaborar con otros compañeros, clientes proveedores, al tiempo que se da “transparencia” a los procesos pues todo el equipo está al pendiente de todo el proceso y las actividades que se deben realizar, así como los horarios, las fechas, e incluso el lugar en el que se llevarán las tareas, por lo que no hay espacio para ciberataques.
“No importa dónde es que yo estoy trabajando, el sistema te va a ayudar a manejar, a gerenciar el trabajo de la misma manera”, dijo Carlos Kamimura, quien aseguró, no se trata de una ventaja que adquieren las empresas con estos sistemas, sino de una necesidad, pues en este caso, las organizaciones ya no se preocupan desde donde trabaja su empleado ya que el sistema permite gestionar quien puede acceder a los datos, las modificaciones que se realizan y así se cuida la información vulnerable de la misma, incluso en el trabajo remoto.
Ahorro igual a mayor productividad
Además de presentar una ventaja de seguridad para las compañías, las plataformas colaborativas representan un ahorro de tiempo para los empleados que se traduce en un aumento de productividad de los equipos, ya que desaparecen procesos innecesarios al concentrar en un solo espacio la información.
Carlos Kamimura detalló que el uso de esta inteligencia tiene " un retorno de la inversión (que) se da expresamente en productividad", ya que el equipo saber dónde buscar, y ya sea que trabajen en oficina o de manera remota, estos sistemas les permitirán optimizar sus procesos, actividades y garantizar que sus información está a salvo.
Además, cada servicio se va adaptando de acuerdo a las necesidades de cara compañía y los departamentos con los que cuentan, por lo que hay múltiples beneficios.
10 beneficios de la adopción de un sistema operativo de trabajo
- hay mayor productividad
- se ahorra tiempo
- hay una toma de decisiones más rápida
- se cuida la información de la empresa
- se transparentan los procesos
- se puede trabajar desde cualquier lugar
- ayuda al trabajo colaborativo
- se gestiona toda la información en un mismo lugar
- se lleva un control de las actividades de cada colaborador
- el empleado tiene mayor flexibilidad para decidir cómo trabajar
