El Banco Mundial señaló que a través de transacciones en comercios, transferencias gubernamentales, pagos de facturas y salarios, el 27% de los mexicanos utilizaron un pago digital por primera vez en la pandemia, los cuales son una alternativa de inclusión financiera para las micros, pequeñas y medianas empresas (Pymes) y mejoran la experiencia de cliente.
Arie Kaufmann, General Manager de Pagos de Konfío -plataforma tecnológica que impulsa a las compañías en crecimiento-, aseguró que aunque “el uso de efectivo prevalece como el principal método de pago en el país”, ahora las tienditas o pequeños negocios permiten “transferir, pagar con tarjeta de débito o incluso de crédito en una terminal móvil”.
La experta dijo que los pequeños comercios ya permiten “pagos remotos entre usuarios y negocios”, y señaló que “la oportunidad de acceso a la tecnología de pagos digitales ya está impulsando la inclusión digital y empresarial, con el 75% de los pequeños propietarios haciéndolo por primera vez” si toman en cuenta lo siguiente:
- democratizar las plataformas de pagos: la tecnología fintech permitió el desarrollo de múltiples opciones a costos más competitivos y prácticos, sin la necesidad de una cuenta bancaria o plazos forzosos o mínimo de transacciones, y esto eleva hasta 30% las ventas de los negocios
- ahorro de tiempos y otros beneficios: la digitalización de los pagos se traduce en un ahorro de tiempo, el cual se puede invertir en una toma de decisiones e innovación más estratégica, además, abren un abanico de posibilidades como la de cobrar a meses sin intereses, a distancia o por link de cobro por SMS en todo el país, con seguridad
- el camino hacia la formalización Pyme: la experta de Konfío agregó las pequeñas y medianas compañías comienzan a crecer, ser más omnicanales en su atención al cliente y realizar una adopción tecnológica de manera estratégica, consolidando de mejor manera su salud financiera, tributaria y fiscal
Kaufmann enfatizó en que además, las Pymes tienen la oportunidad de consolidarse de manera que las instituciones financieras pueden evaluar qué tantos productos ponen a su alcance según sus ingresos y tamaño y brindarles mejores soluciones de financiamientos, créditos, tarjetas de crédito empresariales, etc.
