Durante septiembre, las ventas minoristas tuvieron un mal desempeño al caer en 0.2% mensual, advirtió Monex. La firma destacó que algunos rubros tuvieron un deterioro más marcado pero con deterioros más marcados como el de alimentos y bebidas (-1.0%), los enseres domésticos (-2.0%) y el sector automotriz (-1.4%).
"Esta es la segunda caída consecutiva del indicador, con lo que tras un avance poderoso de 0.5% en julio, cerró el tercer trimestre con una variación de apenas 0.1% frente al segundo trimestre de 2022", señaló.
En los dos trimestres anteriores los aumentos habían sido de 0.9% y 1.7%, por lo que los datos mensuales se insertan en un contexto de desaceleración más amplio. Además, anualmente el crecimiento fue de 3.3% y al ser el más bajo desde abril de 2021, suma evidencia a la noción de que, tras la recuperación de los niveles prepandemia, en febrero de 2022, las ventas han carecido de catalizadores para lograr un crecimiento sostenible.
¿Qué esperar?
La firma estimó que aunque la demanda doméstica ha sorprendido a lo largo del año como uno de los focos de resiliencia para el crecimiento económico, en el margen las ventas minoristas apuntalan el cambio de tendencia para el cierre del año y 2023.
Dado que los grupos de alimentos y de manufacturas ocupan los primeros lugares en el ranking de contribuciones a la inflación, es probable que el aumento de precios ya esté traspasando al dominio de la actividad real.
Esta condición seguirá presente durante los próximos meses, por lo que creemos que será complicado que el comportamiento de las ventas sea vigoroso en los próximos meses y de momento mantenemos un pronóstico de crecimiento de 1.5% para todo 2023.
