El usufructo es comúnmente denominado “herencia en vida”, ya que permite a una persona disfrutar de los beneficios y el uso de un bien durante su vida, aunque la propiedad legal permanezca en manos de otra.
Esta figura permite transmitir derechos de uso y disfrute sobre propiedades antes del fallecimiento del propietario, brindando ciertas ventajas tanto para quien concede el usufructo como para quien lo recibe.
En esta nota, se exploran los detalles y las implicaciones del usufructo, para comprender su importancia en el ámbito de la planificación patrimonial.
¿Qué es el usufructo?
Según el artículo 980 del Código Civil Federal, el usufructo es el derecho real y temporal de disfrutar los bienes ajenos. Este arreglo transfiere dos de los tres derechos fundamentales que conforman la propiedad: el uso y disfrute.
Así, quien concede el usufructo otorga a otro el poder de utilizar y disfrutar, mientras mantiene la “nuda propiedad”, conservando la propiedad del bien y, por tanto, la disposición exclusiva del mismo, aunque con ciertas limitaciones en su uso y disfrute.
Herencia en vida
El usufructo, conocido como "herencia en vida", permite al usufructuario recibir beneficios y utilidades de los bienes, incluyendo rentas o cualquier otra forma de provecho que pueda generar, mientras el nudo propietario aún está vivo.
Los usufructos suelen establecerse estratégicamente para asegurar un apoyo financiero continuo para cónyuges, hijos u otros beneficiarios, y proteger los activos, garantizando que permanezcan en la familia y brinden seguridad económica a los seres queridos.