Es necesario que la Ciudad de México reconsidere estas medidas y trabaje en la implementación de políticas que fortalezcan la conservación y expansión de nuestras áreas verdes, señaló la paisajista Fernanda Rionda
El pasado 27 de diciembre, el Gobierno de la Ciudad de México derogó el Artículo 291 Bis del Código Fiscal, medida que ha generado gran preocupación debido a sus implicaciones ambientales, sociales y económicas.
De acuerdo con la paisajista Fernanda Riona, este artículo había otorgado incentivos fiscales cruciales para el mantenimiento y la rehabilitación de áreas verdes, y su eliminación pone en riesgo la infraestructura ecológica que tanto ha costado construir en nuestra capital.
Explicó que desde su implementación en 2018, el Artículo 291 Bis permitió que más de 170 hectáreas de áreas verdes fueran mantenidas y mejoradas, fomentando la corresponsabilidad entre ciudadanía y gobierno para enfrentar problemas como la crisis hídrica y el deterioro de la infraestructura urbana.
“A través de este programa, se lograron importantes avances como la instalación de vegetación sostenible, sistemas de infiltración de agua pluvial y la rehabilitación de espacios públicos, además de la creación de más de 3,000 empleos directos en sectores como jardinería, paisajismo y gestión ambiental. Con la derogación de este artículo, nos enfrentamos a la pérdida de estos logros”, destacó.
ÚNETE A IDC en nuestro canal de Whatsapp
Explicó que el impacto de estas decisiones no solo afecta a los trabajadores, sino a la propia calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México. Las áreas verdes juegan un papel esencial en la mejora de la calidad del aire, la regulación de la temperatura y la promoción del bienestar físico, mental y emocional de la comunidad.
“La arquitectura de paisaje, que integra estos espacios dentro del diseño urbano, debe ser reconocida como una disciplina fundamental para la sostenibilidad de nuestras ciudades. La eliminación de políticas públicas que fomentan el cuidado de estas áreas demuestra una falta de visión a largo plazo en el manejo del espacio urbano y podría llegar a olvidar el papel estratégico que juega la arquitectura de paisaje en la Ciudad de México”, advirtió Rionda.
Por otro lado, destacó que la situación se agrava aún más con los despidos masivos de trabajadores encargados del mantenimiento de áreas verdes, quienes han sido despedidos repentinamente por las empresas contratistas debido a la falta de recursos derivados de la desaparición de estos incentivos fiscales. Muchos de estos trabajadores son personas de la tercera edad y madres solteras, quienes han quedado desprotegidos tras el cierre de estos programas vitales.
“Es necesario que la Ciudad de México reconsidere estas medidas y trabaje en la implementación de políticas que fortalezcan la conservación y expansión de nuestras áreas verdes, distribuyéndolas de manera más equitativa y accesible para todos. Las áreas verdes no son un lujo, son un derecho de todos los habitantes de nuestra querida urbe”, concluyó.