Mientras continúa la incertidumbre sobre la situación económica ocasionada por la crisis sanitaria, uno de los principales consejos para regresar a la “nueva normalidad” financiera es recortar gastos y ahorrar; sin embargo, hay algunos gastos que se pueden dejar así como así, menos en medio de las medidas de confinamiento.
El home office y el confinamiento trajeron nuevas necesidades y no precisamente unas mejores finanzas, de ahí el deber de replantear presupuestos y prioridades, y averiguar en dónde están instalados los gastos fijos.
Por lo general, los pagos agendados tienen que ver con servicios: luz, gas, telefonía, agua, streaming, televisión por cable; y a primera vista todos parecen indispensables, los necesitamos “para vivir”.
Bueno, esa premisa no es tan cierta, si bien los servicios básicos permiten cumplir necesidades como la alimentación, aseo y trabajo, a veces se duplican funciones, como en el caso de la telefonía, ya que se cuenta con un plan de datos y una gran cantidad de megas contratados en el wifi del hogar.
Una opción es recortar el plan mensual del celular, al final, al estar en casa se puede aprovechar el wifi. El siguiente análisis se debe realizar para determinar si conviene eliminar el plan tarifario y solo hacer recargas cuando sea necesario.
Lo mismo pasa con el entretenimiento, la mayoría de las compañías de streaming ofrecen paquetes a costos no mayores de 200 pesos que parecen no afectar el bolsillo, pero una vez que se cuenta con más de uno, el impacto se vuelve mayor, además de que más de uno ofrecen lo mismo.
En estos tiempos, lo mejor será no tener más compromisos de los que se pueden soportar si las cosas se complican más y optar por medidas que nos ayuden a hacer frente a alguna emergencia.
Los seguros, por su parte, podrían ser una adquisición a considerar, especialmente en medio de una pandemia, o en caso de contar con uno, revisar bien su cobertura y las condiciones, ya sea médico, de auto, de hogar.
Hay que recordar que hay algunos seguros contra robos o accidentes que se tienen gracias a una tarjeta de crédito o de tienda departamental, por lo que es importante revisar si se están pagando sin darse cuenta.
Una buena opción para elegir la que más convenga será observar la prima y otras erogaciones que derivan de la utilización de los mismos, a fin de quedarse con la que más se acomode.
